Las autoridades socialistas andaluzas dieron por hecho que Alfonso Guerra 'cubría' a su hermano Juan
Varios ciudadanos particulares, entre ellos un hermano del vicepresidente del Gobierno, dispusieron de dependencias oficiales en la delegación del Ejecutivo en Andalucía a lo largo de seis años, sin otro título para ello que una autorización verbal de las tres personas que se sucedieron como responsables de la misma entre 1983 y 1989. La ocupación del despacho se produjo sin nombramiento oficial ni contrato alguno. El despacho funcionó al margen del control de los delegados del Gobierno, pero con el respaldo de Alfonso Guerra que las autoridades socialistas de Andalucía dieron por hecho durante seis años.
s El vicepresidente del Gobierno era la única fuente del poder de su hermano. Éste último jamás fue elegido para cargo alguno en la organización del PSOE -salvo de nivel local-, ni tenía la cualidad de funcionario público, ni dispuso siquiera de un nom bramiento como asesor de una autoridad de la Administración.Uno de los exdelegados del Gobierno afirma que el despacho utilizado por aquél estaba "a disposición del vicepresidente del Gobierno", según las respuestas facilitadas a este periódico por Tomás Azorín, quien fue responsable de dicha delegación desde diciembre de 1985 hasta abril de 1987.
"La presencia de Juan Guerra en la Delegación del Gobierno no era fruto de ningún documento", reconoce Azorín. "Existe una serie de dependencias en las delegaciones del Gobierno, que están a disposición de parlamentarios o de determinadas autoridades. Yo pensé siempre que aquel despacho estaba a disposición del vicepresidente del Gobierno."
Alfonso Guerra, sin embargo, no utilizaba tales dependencias. presidente despacha un asunto o preside una reunión en Sevilla, lo hace en el despacho del delegado o en la sala de juntas del edificio". Azorín añadió que Juan Guerra utilizaba esas dependencias con autorización del anterior delegado, Leocadio Marín, "situación que continuó conmigo", señaló. "Pero puedo asegurar que no hubo vinculación alguna de Juan Guerra con la estructura administrativa de la de legación".
Ninguna persona adscrita a la delegación fue asignada al servício el despacho de Juan Guerra. Tampoco fue incluido en el circuito normal de habilitación de gastos de la Administración central. Para los funcionarios de la delegación, ese grupo eran sim plemente "Juan Guerra y sus amigos", como coinciden en des cribirlos dos personas que trabajaron, en diferentes épocas, para la Delegación del Gobierno en Andalucía.
Leocadio Marín, la persona que proporcionó su primer despacho en la Administración a Juan Guerra -uno de los candidatos in péctore a la presidencia de la Junta de Andalucía- fue nombrado presidente de la Cruz Roja y sustituido como delegado del Gobierno por Tomás Azorín, en diciembre de 1985.
Azorín se interesó vivamente por las actividades de Juan Guerra y presentó un informe al vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. Poco después de ese informe, el delegado presentó su dimisión y se retiró a Almería, donde actualmente preside la Diputación.
Tomás Azorín no confirma ni desmiente la existencia de un informe a Alfonso Guerra sobre ese asunto: "Yo he informado al vicepresidente sobre muchos te mas", dice, al tiempo que desvincula su salida de la delegación
Las diversas fuentes consultadas coinciden en afirmar que Juan Guerra ha disfrutado pura y simplemente de un poder personal. Se trata de una relación de estricta confianza con su hermano Alfonso, nacida en los tiempos en que Juan Guerra montó la empresa Prensa y Copistería -todavía en la clandestinidad-, que editó El Socialista y otras publicaciones, y que terminó con graves problemas porque dejó sin pagar distintos suministros, lo cual dio origen a reclamaciones judiciales.
Vida orgánica
Juan Guerra no ha participado tampoco en la vida orgánica del partido socialista, ni se ha presentado a otros cargos que los de nivel local en Camas, la localidad sevillana en que residía hasta hace tres años. Asistió a los congresos socialistas y tomó parte en campañas electorales -excepto la de las últimas elecciones legislativas, en octubre pasado-, al frente de un grupo de guardaespaldas y dedicado a acompañar a su hermano Alfonso. Estaba vinculado con el partido como "administrativo", dependiente de la ejecutiva federal del PSOE, que le ha proporcionado un sueldo desde julio de 1982 hasta hace dos meses.
Las últimas intervenciones de Juan Guerra en la vida del partido se produjeron en la campaña electoral de locales de 1987, cuando organizó un servicio de guardaespaldas al alcalde de Sevilla, Manuel del Valle, constitui.do por personas vinculadas al Servicio Andaluz de Salud. Poco antes se había producido un incidente en el aeropuerto de Sevilla, en que el vicepresidente de la Junta de Andalucía, José Miguel Salinas, fue humillado en público por el ciudadano particular Juan Guerra, quien desautorizó una decisión tomada por aquél.
En paralelo con sus actividades políticas, Juan Guerra construyó un patrimonio personal constituido por cinco pisos, un chalé, varios locales comerciales y al menos tres fincas rústicas. La mayoría de ese patrimonio fue adquirido entre 1987 y 1989.
Alfonso Garrido, actual delegado, puso fin a la connivencia entre negocios y política en junio de 1988. Según un colaborador de Garrido, el delegado argumentó que necesitaba el despaho de Juan Guerra para los servicios administrativos. Ese colaborador no pudo precisar si Garrido obró por voluntad propia o por instrucciones de la dirección del PSOE, ni el propio Garrido aclaró ayer tales extremos, puesto que "se ha puesto enfermo", según explicó su secretaria.
Según otras fuentes, Alfonso Garrido cerró el despacho de Juan Guerra después de que Carlos Sanjuán y otros dirigentes socialistas y amigos de Alfonso Guerra -entre los que no se excluye al propio presidente del Gobierno, Felipe González advirtieran al vicepresidente del riesgo que corría al dejarse ver demasiado con su hermano Juan.
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