_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El lector tranquilo

Juan Cruz

Nadie ha calculado todavía cuántos jurados literarios se reúnen cada día en España. Pero sí se puede asegurar que al menos uno de ellos se lee los libros que le encomiendan. Es Ricardo Gullón, un astorgano cántabro, ascético y riguroso que compagina la educacación con la exactitud, el ejercicio del respeto al prójimo con la obligación de la verdad y la independencia con la generosidad bien plantada.No es cosa baladí destacar ese aspecto de lector de originales de Ricardo Gullón, y tampoco debe sonar a tópico decir que los jurados de este país no se muestran muy dispuestos a dejarse sorprender por los libros que se le proponen. ¿Y por qué los lee Gullón? Ricardo Gullón observa, desde que era un niño, un respeto sin fronteras por lo que la literatura tiene de posibilidad de descubrimiento. En ese curso minucioso de lectura no ha dejado nunca que una línea ajena a su mirada.

Más información
Ricardo Gullón ocupará el sillón 'c' de la Academia

Ese respeto por el libro, y por su autor, es lo que le ha hecho un lector incansable que asume su tarea con la actitud del hombre tranquilo, que es el más propenso a disfrutar de la sorpresa.

Ricarcio Gullón es, por todo ello, un lector ideal. Esa es la característica que le ha hecho un buen crítico. Un dato más adorna esa personalidad insólita en el país de los mandobles: no necesita amedrentar para ser respetado, y no se tiene evidencia de que para que se oiga su voz de cántabro pausado haya tenido que levantarla por encima de lo que es normal: para decir lo que piensa sobre los demás y no para expresar qué tiene contra ellos. A esta gente no sólo hay que conservarla en la Academía: es que hay que guardarla como oro en paño.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_