Réplica de Juaristi a Ferlosio
Tras releer varias veces mi reseña del libro de Ricardo Arqués y Melchor Miralles, Amedo, el Estado, contra ETA, publicado en el Diario 16 del pasado 14 de diciembre, nada encuentro en ella que sugiera imputación alguna de veleidades totalitarias a Rafael Sánchez Ferlosio, cuyo epílogo al libro mencionado constituye, en efecto, una encendida defensa del Estado de derecho. No creo haber insinuado lo contrario, y lamento que Ferlosio me atribuya una manipulación insidiosa de sus palabras. Ahora bien, sostengo que mi interpretación del párrafo final de dicho epílogo es legítima. Un enunciado del tipo "O a o b. Decidamos", implica el imperativo de optar por uno de los términos de la disyunción. De lo contrario, ¿qué cabría decidir?La exigencia de eficacia policial, siempre que se subordine a la renuncia al principio de discrecionalidad y al respeto estricto de los derechos de los ciudadanos, no supone miedo a reconocer la esencia contradictoria del Estado. Puestos a optar entre unapolicía eficaz y antidemocrática, y una policía democrática e ineficaz, elegiría, como Ferlosio, la segunda. No obstante, preferiría una policía democrática que sirviese eficazmente al Estado de derecho, opción ésta que Ferlosio no considera digna de ser tenida en cuenta.
Quizá, en parte, sea un problema de paralelo geográfico. Yo escribo desde Bilbao, y Ferlosio, desde la Glorieta de Bilbao. Aquí hay muchos que opinan que la mejor policía es la menos eficaz. Son los que prodigar. por las paredes pintadas como ésta: "Para enero, un madero; para abril, un guardia civil; para mayo, un cipayo [ertzaina, en la jerga de HB]". Ante semejante programa, no hace falta recurrir a silogismos comanches para sentirse un poco hobbesiano.- Jon Juaristi.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.