Asuntos Exteriores desmiente al ex embajador de España en Sudán

El Ministerio de Asuntos Exteriores alaba la "rectitud profesional" de sus funcionarios y altos cargos acusados de corrupción por el ex embajador de España en Sudán, Pedro García Trelles, en un comunicado dado a conocer el miércoles por la noche.El comunicado responde a las denuncias formuladas por el ex jefe de misión en Jartum en una entrevista publicada el miércoles por el diario madrileño Ya y concedida en casa de sus suegros cerca de París, donde descansa antes de regresar a Madrid.

En la entrevista García Trelles reiteraba su intención de trasladar al fiscal general del Estado las pruebas que asegura poseer sobre "las irregularidades que se produjeron en la Embajada española en Jartum y en muchas embajadas en otros países en desarrollo".

Concretamente, señalaba que el chófer de su Embajada cobraba por transportes efectuados con un vehículo oficial, que varios empleados recibían propinas por tramitar visados y que "existen dudas razonables" sobre la actuación de su predecesor en el cargo, Herminio Morales, que es actualmente director general de asuntos consulares.

El único que se salva de sus críticas es; el ministro que le nombró embajador, Francisco Fernández Ordóñez, al que describe nada menos que como "el político más importante de la historia contemporánea española ( ... )" y vaticina que será presidente del Gobierno.

Por otra parte, los funcionarios del cuerpo auxiliar de transmisiones del Ministerio de Asuntos Exteriores, que están destinados en el servicio de cifra y en el gabinete telegráfico, se declararon ayer y hoy en huelga en apoyo a su reclasificación profesional y a su revindicación salarial.

A pesar de que existen servicios mínimos, la medida dificulta las comunicaciones del Ministerio con sus embajadas que siguen efectuándose, sin embargo, normalmente a través de los criptofacsímiles y de los secréfonos, aparatos que no requieren ser manipulados por funcionarios especializados y que permiten el envío de textos y el mantenimiento de conversaciones telefónicas sin que puedan ser interceptadas.