Duras criticas a la lentitud en la aplicación de medidas para salvar Venecia
Polémica internacional por la candidatura de la ciudad para la Expo 2000
El ministro italiano de Ambiente, el senador Giorgio Ruffolo, ha criticado muy duramente la lentitud en la aplicación de medidas para paliar los problemas ambientales de Venecia, que comprometen su supervivencia. Ruffolo efectuó estas críticas, dirigidas al Gobierno de la región véneta, en el encuentro de ciudades sobre el agua, que reúne en Venecia a representantes de núcleos urbanos de todo el mundo.
ENVIADO ESPECIAL
La polémica política interna coincide con otra externa: los diarios The Times y The New York Times recogen estos días artículos que alertan sobre la hipotética celebración en Venecia de la Expo 2000, lo que supondría, se dice, un daño irreparable para la ciudad."Para salvar Venecia es necesario moverse y pronto", dijo Giorgio Ruffolo, que advirtió que dimitirá del comité interministerial constituido para realizar el Proyecto Venecia con este objetivo, si no se actúa de inmediato. "En la peligrosa situación de Venecia, lentitud equivale a inmovilidad", continuó el ministro, que dejó bastante estupefactos, por el cariz político de su intervención, a los técnicos y científicos extranjeros. Ruffolo considera necesario que sea un único organismo el que, de manera global, afronte la protección de Venecia y el saneamiento de la laguna, proyecto que, según la Ley Especial para Venecia, afecta a 99 Ayuntamientos; y no sólo al de la Serenissima.
"Las cosas están mal; el gran esfuerzo para sanear la laguna no es tanto de carácter técnico (costoso, cierto) sino, sobre todo, de voluntad política", indicó el ministro. "Sólo se puede tener éxito si a la lógica de la competencia sectorial y compartimental la sustituye la lógica de la prograrnación y la cooperación", declaró Ruffolo al diario regional Il Gazzetino.
En su intervención en el encuentro, el ministro alabó la promoción de un debate científico "de altura" corno el organizado, pero subrayó que éste debe ir dirigido no sólo a "alargar el conocimiento", sino a alumbrar acciones concretas.
Situación grave
El. ministro describió un grave cuadro de la situación en Venecia y subrayó que el problema del equilibrio ecológico de la laguna y la defensa ante las aguas altas debe resolverse en un marco global de unidad de la zona. Consideró positiva la actuación del Consorcio Nueva Venecia, que agrupa empresas públicas y privadas italianas y que ha recibido del Estado la misión de proyectar y llevar a cabo las intervenciones relativas a la salvaguarda física de la ciudad. "Ha dado resultado a pesar de las dificultades, no sólo técnicas, en las que opera", dijo Ruffolo, "pero para el saneamiento de la laguna no existe un organismo similar".Venecia y su supervivencia, pues, están de nuevo en el centro de la polémica. Coincidiendo con las críticas del ministro Ruffolo, han surgido otras en el Reino Unido y EE UU ante la candidatura de la Serenissima para acoger la Exposición Universal del año 2000.
Este proyecto, que compite con las ciudades de Toronto y Hannover, será examinado hoy por el Bureau International des Exposicions (BIE) en París. Expertos en el campo del arte consideran que la organización de la exposición puede causar un daño irreparable a la ciudad de los canales y a sus tesoros artísticos, y recuerdan el flagelo que supuso el concierto de Pink Floyd. "Venecia no puede asumir una afluencia de 100.000 o 150.000 visitantes más sin ver destrozado su frágil equilibrio", estiman los expertos; "la laguna corre el riesgo de verse convertida en una Disneylandia".
Se acusa asimismo al ministro de Asuntos Exteriores, Gianni de Michelis, impulsor del proyecto para la celebración de la Expo 2000, de tener intereses económicos en el tema. De Michelis es el autor de un libro sobre las mejores 250 discotecas en Italia.
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