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Ortega defiende el derecho de la guerrilla salvadoreña a tener misiles tierra-aire

Antonio Caño

ENVIADO ESPECIALEl presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, defendió el derecho de la guerrilla salvadoreña a poseer misiles tierra-aire y no negó que su Gobierno suministre este tipo de armas al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en un discurso pronunciado en el acto con que se abrió el lunes formalmente la campaña electoral para los comicios del 25 de febrero. En la misma alocución, el líder sandinista anunció que en la cumbre centroamericana convocada para los próximos días 10 y 11 propondrá la ampliación del plazo de desmovilización de la contra hasta el próximo 31 de diciembre.

El presidente Ortega dijo que el primer grupo insurgente centroamericano que dispuso de misiles tierra-aire fue la contra nicaragüense, a la que se los envió el Gobierno de EE UU. "¿Acaso tienen más derecho los contras que el pueblo salvadoreño para defenderse de los ataques aéreos?", preguntó Ortega.Fuentes próximas a los rebeldes salvadoreños confiri-naron que el avión accidentado la pasada semana no fue el primero que abastecía de armas al FMLN y aseguraron que los misiles tierraaire están ya instalados en las posiciones adecuadas para ser utilizados próximamente.

Daniel Ortega dijo, sin em bargo, que el FMLN no desea una solución militar del conflicto que se vive en aquel país, sino una solución política negociada. Añadió que planteará a sus colegas centroamericanos el próximo fin de semana en Costa Rica el tema de "las violaciones de los derechos humanos en El Salvador".

Acuerdo de Tela

El FMLN no quiere que la crisis salvadoreña sea directamente tratada por los presidentes centroamericanos, ya que eso supondría la reactualización del acuerdo de Tela, que exige el abandono de las armas a todos los grupos, insurgentes del área.

El FMLN no cree que hoy existan en El Salvador condiciones para cumplir con ese acuerdo y pide que los presidentes centroamericanos se limiten a impulsar una negociación más amplia entre los propios contendientes en el conflicto salvadoreño.

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Por su parte, el presidente Alfredo Cristiani, que anunció ya su decisión de acudir a la cumbre en Costa Rica, advirtió que denunciará allí el envío de armamento al FMLN por parte del Gobierno sandinista. Esta cumbre promete ser la más difícil y polémica de cuantas se hayan celebrado desde el comienzo del proceso de Esquipulas, hace dos años y medio.

Daniel Ortega adelantó que para él el tema principal de discusión deberá ser el de la desmovilización de la contra. Anunció que, como prueba de su flexibilidad y de su voluntad de paz, aceptará retrasar hasta el 31 de diciembre la entrega de las armas de los rebeldes antisandinistas, pero añadió que ya no admitirá nuevos plazos.

Según los acuerdos de Tela, la Resistencia Nicaragüense (RN) debería haber iniciado el pasado lunes su retirada de las bases que ocupa en Honduras. Algo más de 10.000 hombres siguen, sin embargo, en campamentos de la frontera hondureño-nicaragüense a la espera de los resultados de las elecciones del 25 de febrero. Los jefes de la contra dicen estar escasos de armamento y de munición y sin posibilidades de amenazar militarmente a los sandinistas, pero aseguran que no se desmovilizarán hasta comprobar si Managua cumple con su promesa de unas elecciones limpias.

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