Las tarifas de los vuelos en Europa podrán rebajarse hasta un 30% del precio actual

El Consejo de Ministros de Transportes de la CE adoptó ayer en Bruselas unas conclusiones sobre la flexibilización del transporte aéreo hasta la entrada en vigor del segundo paquete de liberalización, en enero de 1993. Entre otras, aprobó la posibilidad de rebajar las tarifas hasta un 30% sobre el precio vigente hasta octubre de este año.

En lo que se refiere a las tarifas aereas, los doce aceptan que las compañías puedan maniobrar dentro de un margen de rebajas de hasta un 30% o de encarecimiento del 20% sobre la media de las tarifas económicas vigentes hasta octubre de este año. Fuera de esos límites, la competencia está sometida a "la doble aprobación" por parte de los Estados afectados. Este sistema será el que entrará en vigor, sin restricciones de topes y bandas, a partir de 1997.La Comunidad Europea se propone también liberalizar las capacidades de tráfico entre las compañías aéreas regulares que sirven las líneas entre dos países. Hasta ahora, los porcentajes máximos de servicio están fijados en un 607.40% de la capacidad, para asegurar un reparto equitativo. Esta restricción bilateral se irá abriendo un 7,5% cada año hasta permitir que una de las compañías interesadas pueda optar a hacerse con todo el mercado bilateral.

Este paquete de flexibilización aérea está condicionado por la reserva general, el mismo que han esgrimido Dinamarca y Grecia, mientras Portugal está en desacuerdo con el adelanto de la liberalización en la cuota de mercado. España ha hecho valer que se tengan en cuenta las condiciones específicas del sector en nuestro país, donde el 80% del tráfico aéreo está cubierto por vuelos de compañías charter.

Regulación del ferrocarril

Otro de los aspectos que los ministros de Transporte analizaron en Bruselas fue la regulación de las redes ferroviarias. El futuro del ferrocarril en Europa y la puesta en marcha de una red integrada, que incluye abrir la explotación del servicio nacional ferroviario a compañías de otros países comunitarios, se ha aplazado a decisiones futuras. El Consejo de Ministros aprobó únicamente la creación de un grupo de alto nivel, integrado por representantes de las compañías y de los Gobiernos de los 12 países miembros, que deberá elaborar un documento de trabajo antes de un año.

Además de el esquema básico de la red europea de alta velocidad, el estudio deberá definir los problemas derivados de la armonización técnica y la compatibilidad de infraestructuras. La Comunidad Europea necesita también dotarse de un presupuesto mayor, hasta ahora reducido a 160 millones de ECU anuales (20.800 millones de pesetas), que no permiten abordar estos objetivos. El tren de alta velocidad Barcelona-Madrid-Sevilla se encuentra entre los objetivos prioritarios.

Según el subsecretario de Transportes, Emilio Pérez Touriño, representante español en la reunión por la ausencia del ministro José Barrionuevo, "la iniciativa de la CE contribuirá muy positivamente al enfoque que se le dé en España". Se refería al proyecto de adaptación al ancho de vía europeo, todavía sostenido por el Ministerio de Transportes y sobre el que "el Gobierno aún no ha tomado una decisión definitiva".