Los comunistas checoslovacos repudian la invasión de 1968

El Partido Comunista Checoslovaco (PCCh), bajo su nuevo líder, Karel Urbanek, de 48 años, decidió ayer repudiar la invasión militar del Pacto de Varsovia de 1968, que acabó con la denominada primavera de Praga y sus reformas liberales. Vasil Mohorita, de 37 años, miembro del Buró Político del PCCh, dijo: "Creemos que la intervención de nuestro territorio por cinco países del Pacto de Varsovia en 1968 no estaba justificada y tal medida fue una equivocación". La condena de la invasión había sido reclamada con vehemencia durante las manifestaciones habidas estos días en el país en las que han participado cientos de miles de personas.

La decisión del Buró Político se ha tomado poco después de que el partido comunista perdiera el monopolio del poder como consecuencia de la presión popular en pro de las reformas y la aglutinación social en torno al opositor Foro Cívico.

Mohorita añadió en una conferencia de prensa que el repudio de la invasión forma parte de un amplio programa de reformas aprobadas con la intención de resucitar la imagen del partido. "Hemos comenzado a trabajar", dijo, "para evaluar y analizar las circunstancias históricas [de la invasión], de modo que podamos hacer un nuevo examen crítico sobre estas cuestiones". La decisión del Buró Político de reescribir la historia de la invasión de 1968 será sometida a la aprobación del Comité Central del PCCh el próximo 14 de diciembre.

Por su parte, Jiri Dienstbier, del Foro Cívico, criticó la iniciativa. "¿Cómo quiere que tenga en cuenta", manifestó, "que alguien tarde 20 años en desaprobar cosas que han sido evidentes y conocidas durante esos mismos 20 años?".