Sorolla regresa a Valencia con una muestra antológica

En un ambiente de inusitada expectación ciudadana, el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) inaugurará hoy en Valencia una amplia exposición antológica del pintor Joaquín Sorolla. Realizada en colaboración con el San Diego Museum of Art, la muestra ha conseguido un notable éxito de público en Estados Unidos y constituye, 125 años después del nacimiento del artista, un intento de revisar globalmente una obra que ha suscitado valoraciones dispares. El acontecimiento rebasa los aspectos estrictamente artísticos y supone un reencuentro, de la sociedad valenciana con uno de sus grandes mitos culturales.

La muestra que hoy se inaugura en el IVAM incluye cerca de sesenta cuadros y una treintena de apuntes de Joaquín Sorolla, un pintor de dificil ubicación estilística, nacido en Valencia en 1863 y muerto en Cercedilla en 1923, tras una larga carrera de éxito en Europa y, posteriormente, en Estados Unidos.Precisamente de este último país viene ahora la exposición, que ha visitado las ciudades de Nueva York, donde fue contemplada por 150.000 personas; San Luis y San Diego, donde recibió un total de 90.000 vistantes. Patrocinada por IBM, Iberia y el Comité Hispano-Norteamericano para la Cooperación Cultural, es "la primera antológica que recoge la obra de Sorolla en todas sus facetas", según Edrnund Peel, comisario de la muestra.

Carmen Alborch, directora del IVAM, por su parte, explicó que la exposición de la obra de Sorolla, "bien seleccionada y bien presentada", supone una oportunidad inmejorable para deshacer el tópico reduccionista de este artista como "pintor de las barcas y el mar". Alborch reconoció el atractivo que tiene la muestra para un público popular que, normalmente, no habría visitado el museo.

La organización de la exposición establece claramente dos grandes períodos en la trayectoria artística de Sorolla: una primera época de gran éxito en Europa y, curiosamente, de menor interés creativo debido a su adscripción a criterios académicos; y una segunda época, a partir de 1900, de escaso eco en Europa y buena acogida en Estados Unidos, en la que el artista desarrolló su peculiar manera de pintar la naturaleza.

Situado por algunos críticos en las cercanías del impresionismo, Sorolla desarrolló una capacidad personalísima para captar la luz, que lo situó en una posición calificada en algunas ocasiones como poco representativa de unos inicios de siglo en los que se gestaban las vanguardias artístigas que sacudieron el arte de nuestra era.

Peel, que disiente de esta visión, afirmó ayer: "Sorolla fue en un principio un hombre de su época, según lo que la época pedía. Después rompió con el academicismo y desplegó su propia manera de pintar. Lo que ocurre es que coincidió con la aparición de un revolucionario llamado Picasso. Quizá Sorolla fue un hombre más de su tiempo que Picasso, que era un adelantado a su época".

Revalorización

El comisario de la exposición es partidario de deshacer otro tópico sobre el pintor. "Es una equivocación", señaló, "pensar que toda su obra se basa en el sol brillante y la luz. Sorolla demostró una enorme capacidad para captar todas las luces, la valenciana, la castellana, la asturiana e, incluso, la de Long Island; así como para realizar paisajes o figuras".El hecho es que la antológica coincide con un momento de importante revalorización de la obra de Sorolla, perjudicado, según Peel, por el aislamiento del contexto internacional en que vivió España durante el franquismo. A la recuperación de su obra por las instituciones, iniciada por la Diputación de Valencia a finales de la década de los setenta con la adquisición de algunos de sus cuadros más conocidos, ha sucedido un creciente interés de los coleccionistas. Así, el pasado día 22, su obra Toros a enganchar la barca fue adquirida en Londres, en una subasta de Sotheby's, por la cantidad de 142 millones de pesetas. Al día siguiente, en Madrid, Edmund Peel & Asociados, representantes de Sotheby's en España, vendía, entre otras obras, El remero por 80 millones de pesetas.

El propio Peel explicó que la reciente recuperación de Sorolla no puede ser considerada como un fenómeno aislado, ya que se produce tras la exposición antológica de John Sirger Sargent celebrada en Estados Unidos hace unos años. En numerosas ocasiones se han señalado los paralelismos entre la obra del artista norteamericano y la del pintor valenciano, en una de las pocas similitudes de estilo con otros autores contemporáneos que han compartido numerosos especialistas y estudiosos de la trayectoria artística de Sorolla.

Las obras que se ofrecen en la exposición del IVAM abarcan todos los períodos del trabajo de Sorolla y proceden, fundamentalmente, de España y Estados Unidos, aunque también hay algunas piezas procedentes de Francia, Italia, Suecia y Suiza, cedidas por museos y coleccionistas particulares.

El importante número de visitantes que los responsables del museo valenciano de arte moderno se disponen a recibir estos próximos días podrá contemplar una muestra estructurada en cinco apartados: la producción de los años de formación de Sorolla; la de los años de madurez; los cuadros del ciclo Visión de España, realizados para la Hispanic Society of America; los apuntes y los retratos.