La sed de Euskadi

A partir del domingo las restricciones en el suministro de agua en las comarcas de Bilbao y Vitoria aumentan dos horas diarias. El Consorcio de Aguas del Gran Bilbao y Aguas Municipales de Vitoria cortarán el agua durante 10 horas para garantizar el abastecimiento hasta enero si continúa sin llover. La interrupción se adelantará a las diez de la noche, excepto los viernes y sábados, que se mantendrá el suministro hasta la medianoche, pero el agua no volverá a fluir hasta las ocho de la mañana.

El inicio de la campaña electoral coincidió en gran parte de Vizcaya y Álava con las primeras restricciones masivas en el suministro de agua, una medida desconocida en el hasta hace unos meses verde y húmedo País Vasco. Una zona habitada por cerca de 1,2 millones de personas está afectada desde hace tres semanas por cortes en el abastecimiento de agua durante las seis primeras horas del día, que han supuesto un ahorro de 125.000 metros cúbicos diarios, el 14% del consumo total, pero también ha provocado innumerables roturas de tuberías y averías en un sistema de conducción con 50 años de antigüedad, incapaz de soportar los continuos cambios de presión y la entrada de aire.Mientras tanto, el clima veraniego dominante este otoño en la cornisa cantábrica no permite detener el descenso de los embalses que abastecen a las comarcas mas pobladas del País Vasco y que actualmente sólo garantizan el suministro de agua hasta enero.

Cambiar hábitos

Las reservas de agua almacenadas en los embalses de Zadorra y Ordunte se encuentran en los niveles más bajos de los últimos 50 años.La campaña de ahorro en el consumo de agua comenzó la primavera pasada con una campaña publicitaria. Los organismos responsables del suministro de agua trataban de cambiar los hábitos de consumo en una zona acostumbrada a derrochar porque la lluvia estaba garantizada todo el año. En septiembre, la ausencia de precipitaciones obligó a reducir a la mitad, 500 litros por segundo, la salida al río del agua embalsada en el Zadorra (Alava).

A principios de octubre el Consorcio de Aguas del Gran Bilbao, que surte a 33 municipios vizcaínos, y Aguas Municipales de Vitoria (Arrivisa) acordaron adoptar medidas más contundentes, y el día 10 se iniciaron las restricciones nocturnas. "Con estas medidas el consumo diario se ha reducido de 558.000 metros cúbicos a 435.000, un ahorro medio superior al 14%", explican los portavoces del consorcio.

La reducción, sin embargo, no se ha debido a un menor consumo. "La mayor parte del ahorro provocado por los cortes de suministro se debe a la disminución de pérdidas en la red", reconocen.

Un informe difundido por concejales de Herri Batasuna (HB) en el Ayuntamiento de Bilbao asegura que en la capital vizcaína se desperdicia, debido al mal estado de las tuberías, una cantidad de agua equivalente al consumo de 14.000 personas.

"Las restricciones están cubriendo su objetivo y por el momento no se ha acordado una ampliación", indica el presidente del consorcio, Javier Cruz. "El horizonte de suministro se ha ampliado hasta enero, pero los ciudadanos deben tomar conciencia del problema y realizar restricciones personales porque el agua se ha convertido en un bien muy escaso".

A diferencia de los problemas surgidos en la comarca de San Sebastián, donde se han registrado casos de gastroenteritis, la calidad sanitaria del agua en estas zonas de Vizcaya y Alava está garantizada. "Sus características son las mismas que en un año de pluviometría normal".

Con el objetivo de solventar las pérdidas en las redes de suministro, competencia de los municipios, el Consorcio de Aguas ha ofrecido a los ayuntamientos una participación del 50 por ciento en los costes de reparación de las averías, que se han multiplicado en los primeros días de las restricciones.

Las actuaciones inmediatas no se encaminan, sin embargo, a la sustitución de las cañerías de distribución que en la mayor parte del trazado se encuentran en un estado deficiente. "el consorcio tiene elaborado un plan, aún sin aprobar, que establece la revisión y sustitución de las tuberías deterioradas en un plazo estimado alrededor de los cinco años y que requeriría una inversión altísima", indica el gerente de la sociedad, José Miguel Eizaguirre.

El Ejército presta ayuda

La situación es más grave en Ermua (Vizcaya), una localidad de 19.000 habitantes, colindante con Guipúzcoa, donde el suministro de agua es precario, incluso en épocas de abundantes lluvias. El abastecimiento se limita desde hace meses a unas poca horas al día. La presa de Aixola que surte a la cercana zona de Eibar (Guipúzcoa) no aporta una sola gota de agua a la red de distribución de Ermua desde la primavera. Actualmente, el pueblo dispone durante menos de seis horas diarias de un caudal inferior a 24 litros por segundo cuando para hacer frente a la demanda sería preciso aportar unos 70. El agua recogida en pequeñas regatas y la obtenida de perforaciones tiene que ser completada con la que transportan hasta los depósitos municipales camiones-cisterna del Ejército.La solución defendida por e ayuntamiento de Ermua, presidido por el socialista Francisco José Orejón, se escapa de las posibilidades de las arcas municipales. Llevar el agua desde Mañaria (Vizcaya) requiere conducciones de 16 kilómetros y una inversión de 800 millones de pesetas.