Las casas para mujeres maltratadas denuncian la falta de medios con que trabajan

La casas de acogida para mujeres maltratadas se enfrentan a grandes dificultades para llevar a cabo su labor ante la escasez de recursos con que cuentan. Esta situación se pone especialmente de manifiesto en la inexistencia de ayudas económicas que permitan a las mujeres acogidas abandonar el refugio, según ha denunciado la Coordinadora de Casas de Acogida, reunida en Madrid.

"Es muy positivo que las mujeres tengan un sitio donde ir, pero las casas refugio son un paréntesis en su vida. Hay que hacer un esfuerzo para solucionar los problemas que encuentran a su salida. El peor de todos en estos momentos es la dificultad para encontrar vivienda con los precios que tienen los pisos de alquiler", dice Lola Corton, directora de la Casa de acogida para mujeres maltratadas abierta por la comunidad de Madrid. Desde hace un mes, la coordinadora de Casas de Acogida tiene solicitada una entrevista con la ministra Matilde Fernandez, y aún no ha recibido respuesta.Madrid es la comunidad que tiene establecidas más ayudas para las mujeres, pero aún así son insuficientes. Cada mujer recibe una beca para alimentación y guardería así como una ayuda económica durante seis meses consistente, el primero de ellos, en un "cheque de salida" de 100.000 pesetas para paliar en parte el desembolso que supone el alquiler de la vivienda. Después esa cantidad se reduce a 20.000 o 30.000 pesetas según el número de hijos. "Esto no cubre sus necesidades, pero el resto de las comunidades autónomas no dan nada, excepto en las casas de Barcelona y Ciudad Real, que dan un cheque de salida. La situación es especialmente mala en Castilla y León", dice Corton, portavoz de la Coordinadora.

La desigualdad de medios entre los distintos centros según el organismo del que depende ya fue denunciado por la coordinadora en su primer encuentro, realizado hace un año. Unos meses más tarde el ayuntamiento de Pamplona cerró por un problema laboral el primer albergue abierto en España en 1985 para atender las necesidades de !as mujeres vejadas por sus compañeros.

"Hay casas que sólo tienen espacio para acoger a seis o siete personas y claro, se llenan sólo con dos mujeres y sus hijos. La falta de personal es otro problema. En algunos centros sólo cuentan con una persona que, además, no está más que media jornada. Para que las casas puedan realizar su labor hay que aumentar los recursos. Los poderes públicos se tienen que tomar el tema de los malos tratos en serio y pensar, cuando se abre un refugio, que hay que dotarles mejor", explica Lola.

Actualmente hay 27, centros en funcionamiento y están próximos a abrirse otros tres en Valladolid, Toledo y Albacete. La mayor parte de ellos dependen de ayuntamientos y asociaciones feministas, según Carmen Pérez Fregero, subdirectora de Coperación en el Instituto de la Mujer. Este organismo se ocupa del equipamiento de las casas. Así, por ejemplo, para el convenio de los tres nuevos centros -pendiente aún de firmarse- cuenta con un presupuesto de 9.200.000 pesetas. Además este año le ha dado una subvención de 2.800.000 pesetas a la Coordinadora de las Casa de Acogida para cursos de formación.

Muy duro

"Este es un trabajo muy duro", dice Lola, "cuando abrimos la casa todos creíamos que nuestro trabajo sería con mujeres pero, de rebote, nos han llegado el triple de niños que de mujeres y nos encontramos con que no sabíamos que hacer con ellos. Ahora ya estamos más organizados y tenemos actividades lúdicas específicas para los niños", concluye la directora de la casa de acogida de Madrid. Además de esta existen en la misma comunidad cuatro pisos tutelados y otro refugio creado por Solidaridad Democrática. En 1988 pasaron por el centro de la comunidad de Madrid 94 mujeres y 210 niños. El 49% de las mujeres consiguieron independizarse. Otro 43% volvió con su marido o compañero.