Democristianos y comunistas temen perder posiciones en la 'batalla de Roma'
Los democristianos y los comunistas, las dos fuerzas mayoritarias en las anteriores elecciones municipales de Roma, temen perder posiciones en la votación iniciada ayer y que se completará esta mañana. Existe gran expectación y nerviosismo por el resultado de la batalla de Roma -que se conocerá esta noche- y al que se ha dado valor de prueba nacional. Se espera, como es costumbre en Italia, un alto porcentaje de participación.
La Democracia Cristiana, que en las elecciones anteriores había obtenido el 33,1%, a se ha visto abandonada por muchos católicos, y el Partido Comunista Italiano, que había alcanzado el 30,8%, no sabe cómo responderá la gente al nuevo curso impulsado por su secretario general, Achille Ocehetto.Los socialistas, que contaban con el 10,3% de los votos, probablemente mejorarán su resultado, aunque les ha comprometido mucho su alianza con el primer ministro, el democristiano Giulio Andreotti lo que no hace fácil que pueda haber el primer alcalde socialista de la historia republicana de Roma.
Todos los sondeos hablan de un éxito de los verdes, quienes, no pudiendo gastarse millones en publicidad como los otros partidos, hicieron el viernes una acción espectacular atando el Campidoglio (edificio del Ayuntamiento), como si fuera un paquete, con una cinta de varios kilómetros, en la que se leía: "Queremos una ciudad más limpia y más humana".
Andreotti, líder político de toda la vida en Roma y sus alrededores, ha confesado: "No tengo ni idea de quién podrá ser esta vez el alcalde". Y añadió que rezará por el elegido para que "el cargo le sea menos amargo que a su antecesor". Se refería a su correligionario democristiano Pietro Giubilo, que tuvo que dimitir al haber sido incriminado por la Magistratura a causa de un escándalo administrativo, y acusado de incompentencia por el mismo Vaticano.
Como ha subrayado el diario La Stampa, ni siquiera en unas elecciones nacionales los partidos políticos se han gastado nunca tanto dinero en una campaña electoral como en ésta de Roma. Ello se debe, en parte, a que casi todos ellos se juegan mucho y, también, porque el nuevo alcalde deberá ser el responsable de gastar los miles de millones de pesetas del Mundial de fútbol del año que viene.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.