La 'mafia' del narcotráfico asesina a tiros a un juez del Tribunal Superior de Medellín
Una vez más, la justicia colombiana está paralizada por un duelo. Ayer por la mañana fue acribillado en Medellín, presuntamente a manos de la mafia del narcotráfico, el magistrado del Tribunal Superior de esa ciudad Héctor Jiménez. Tenía 55 años. Fue asesinado cuando salía de su casa por dos hombres que iban en una motocicleta. Horas después, los miembros de Asonal, la asociación que reúne a más de 20.000 empleados judiciales, decretaron un paro que durará tres días.
Hace apenas dos meses se vivió una situación similar. En Bogotá fue asesinado, el 16 de agosto, el magistrado Carlos Valencia. Tras varios días de paralización de la Justicia, el Gobierno prometió a los jueces adoptar medidas para proteger sus vidas. "No han pasado de ser simples promesas", dijo a este periódico Helmut Romero, presidente de Asonal. Romero contó que aunque el Gobierno creó un fondo de seguridad, éste no se ha puesto en funcionamiento por falta de presupuesto. Tampoco han llegado a manos de jueces y magistrados ni chalecos antibalas ni los coches blindados que han enviado otros países.Según Asonal, unos 1.600 empleados judiciales corren peligro de ser asesinados por los narcos. En los últimos 10 años, 250 funcionarios judiciales han caído víctimas de sicarios. Sólo en este año las víctimas mortales pasan de 15. El magistrado asesinado ayer lo era de la sala de lo penal del Tribunal Superior de Medellín y era catedrático universitario.
Para el presidente de Asonal, este crimen puede ser la confirmación de que los narcotraficantes cumplirán su promesa: asesinar diez funcionarios de la Justicia por cada colombiano que sea extraditado a EE UU.
Por otra parte, el Instituto Internacional de Prensa (IPI) condenó ayer los asesinatos de los dos trabajadores del rotativo liberal de Bogotá El Espectador, perpetrados por la mafia del narcotráfico. En un telegrama enviado al presidente colombiano, Virgilio Barco, el IPI expresa su pesar por los asesinatos de Marta Luz López, de 35 años, y Miguel Soler Rodríguez, de 45, el pasado martes 10 en Medellín y solicita al Gobierno colombiano que "garantice la protección del personal de El Espectador".
[El periódico Vanguardia Liberal, de Bucaramanga, salió ayer a la calle después de que el lunes una bomba de los "narco" destruyera el 80% de sus instalaciones, informa Efe].
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Regularización inmigrantes
- IPI
- El Espectador
- Cárteles colombianos
- Libertad expresión
- Libertad prensa
- Periodistas
- Mafia
- Lucha antidroga
- Adicciones
- Drogas
- Política migratoria
- Narcotráfico
- Estados Unidos
- Colombia
- Periodismo
- Migración
- Delincuencia
- Delitos contra salud pública
- Política exterior
- Prensa
- Gente
- Sudamérica
- Enfermedades
- Demografía