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Bertolucci rueda en Tánger 'Un té en el Sáhara', basada en la obra de Paul Bowles

El cineasta italiano manifestó su fascinación por la luz de Marruecos

El cineasta italiano Bernardo Bertolucci dirige estos días en Tánger el rodaje de su próxima película, Un té en el Sáhara, basada en la novela del mismo título del escritor norteamericano Paul Bowles. En el transcurso de una conversación con un ministro marroquí, que le visitó durante el rodaje, Bertolucci manifestó su fascinación por la luz de Marruecos y por la variedad de sus paisajes humanos, geográricos y culturales.

La novela de Bowles Un té en el Sáhara, publicada por primera vez en Estados Unidos en 1949, cuenta la historia de un matrimonio de norteamericanos, Port y Kit Moresly, que, en compañía de un amigo común, viajan desde la costa norteafricana al corazón del gran desierto. El suyo es un viaje iniciático, con escalas en el sexo, la muerte y la esclavitud, en el que los personajes expresan una profunda soledad, un angustioso disgusto de vivir."Escribo porque todavía estoy vivo", respondió una vez Paul Bowies a un periodista del diario parisiense Libération. Instalado en Tánger desde su primera juventud, hace 50 años, Paul Bowles, fumador de quif, bisexual, escritor peripatético, mecenas,de jóvenes promesas literarias marroquíes, amante tanto del mayor ascetismo como del lujo más perverso, es uno de los últimos grandes narradores norteamericanos residentes en Oriente. A la llamada de Paul Bowles a Tánger respondieron, entre otros, Capote, Keruac, Ginsberg, Burroughs, los Rolling Stones, King Crimson y Sting.

En repetidas ocasiones Paul Bowies ha afirmado que si sigue en Tánger es sólo porque esa ventana sobre el estrecho de Gibraltar le recuerda a cada minuto su mayor pasión: el viaje permanente. "Me asomo a mi ventana", ha dicho, "y veo cruzar los buques que unen América y África, Europa y Asia. Sé que puedo tomar cualquiera de ellos".

La parte tangerina del rodaje de la próxima película de Bernardo Bertolucci terminará el próximo 25 de octubre, tras un mes de intenso trabajo. Los productores del filme, ingleses, franceses e italianos, han reconstruido en la antigua sala de cine Majestic, en el paseo Marítimo de Tánger, toda una, pequeña ciudad magrebí, con callejuelas, blancas casitas con arcos de herradura, cafetines, zocos y restaurantes al aire libre.

En el mes de noviembre, el equipo de Un té en el Sáhara se desplazará al sur de Marruecos, a ciudades como Uarsasat, Erfud y Sagora, que son las puertas del desierto.

El presupuesto de la película Un té en el Sáhara, interpretada por John Malcovitch, Debra Wincker y Campbell Scott, es de 18 millones de dólares.

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