Pobres, negras, católicas y solteras
Las cifras indican que 1,6 millones de norteamericanas abortan cada año, según datos federales. Esa cifra no superaba los 750.000 casos en 1973. Las estadísticas de todo tipo señalan que las mujeres de origen hispano tienen el 60% más de posibilidades de tener que recurrir al aborto que las de origen anglosajon, pero que ese porcentaje es todavía mayor en las mujeres negras. Las mujeres con ingresos inferiores a los 11.000 dólares anuales tienen tres veces más probabilidades de abortar que aquellas cuyos ingresos superan la barrera de los 25.000.En un país profundamente religioso como es Estados Unidos es curioso que las católicas sean las mujeres que más abortan, mientras que las solteras tienen entre cuatro y cinco veces más probabilidades de abortar que las casadas.
La decisión del Tribunal Supremo, lejos de dotar al país de una jurisprudencia sobre el tema del aborto clara y concisa, es la causante de esta ya denominada guerra del aborto.
En opinión de Patricia King, una profesora en Derecho de la universidad de Georgetown, la decisión del máximo tribunal sobre el tema del aborto es lógica, porque "cada Estado es distinto, y también cada Estado debe ser libre para interpretar la ley". Esa libertad que el Supremo ha otorgado a los Estados de la Unión y la incertidumbre que se cierne sobre la decisión que adopten sus legisladores sobre el aborto ha llevado a organizaciones como la American Civil Liberties Union (ACLU) a trazar una estrategia de lucha a nivel nacional.
Como ya predijo Molly Yard, una de las líderes abortistas de la Organización Nacional para la Mujer tras conocer la sentencia del Supremo, "hoy", por el 3 de julio de este año, "es un día negro para el derecho de las mujeres a controlar sus propias vidas, porque pese a poder abortar es necesario seguir luchando por ese derecho en cada uno de los puntos de este país".
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