'Niños bastardos'
En la Residencia de Estudiantes de Madrid, Víctor Farías evocó aquel seminario con Heidegger en el que el profesor anunció que en esa clase se iba a leer a un poeta que ilustrara la relación entre el lenguaje y el ser. Un estudiante alemán sacó un libro de Federico García Lorca y lo propuso. Heidegger no aceptó, y anunció que el poeta en cuestión sólo Podría ser Hölderlin. Farías evocó esa anécdota con cierta emoción, toda vez que el busto de García Lorca presidía la sala. Seguidamente leyó buena parte del prólogo de su libro.El ministro de Cultura, Jorge Semprún, que llegó considerablemente tarde debido a sus compromisos electorales, afirmó que "la discusión sobre Heidegger se ha visto modificada sustancialmente tras el libro de Farías". En lo que respecta a la evolución de su pensamiento respecto a Heidegger, Semprún afirmó que, a su juicio, "el pensamiento del alemán es fundamentalmente antidemocrático, de ahí que haya sido utilizado por cierta izquierda francesa". Y añadió: "Lo que es necesario es un pensamiento democrático de masas que sea lo contrario del pensamiento pangermánico y aristocratizante de Heidegger". También hablaron Agapito Maestre y José Antonio Gimbernat.
En su conversación con este periódico, Farías manifestó que hubo una información que añadió coraje a sus esfuerzos de investigador. Fue el descubrimiento de un trabajo de doctorado realizado en Chile en 1933 y 1934, años que coinciden con el rectorado de Heidegger en Friburgo, sobre la bastardización de los niños en Chile, sea lo que sea lo que eso significa. El trabajo fue realizado por Johannes Schäuble, por encargo del Kaiser Wilhelm Institut de Berlín, dirigido por Eugen Fischer, el mismo que había sido profesor de Mengele, también conocido por el ángel de la muerte.
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