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El 'escándalo Koskotas', broche de la 'catarsis' griega

La catarsis (depuración) de los escándalos bajo el Gobierno socialista griego de Andreas Papandreu, que lleva a cabo desde hace tres meses la coalición conservadora-comunista en el poder, termina con el debate parlamentario sobre el fraude político-financiero del banquero Giorgios Koskotas. Tras dos días de discusiones maratonianas, la mayoría parlamentaria votó durante la madrugada de hoy a favor de la comparecencia ante un tribunal especial de Papandreu cuatro de sus ministros.

Por 165 votos a favor y 121 en contra, el Parlamento de 300 escaños se pronunció a favor del enjuiciamiento de Papandreu y sus ministros y aprobó el informe de la comisión parlamentaria, formada el pasado 19 de julio e integrada por 12 miembros (siete de la coalición y seis socialistas). El informe estableció duras acusaciones contra el equipo de Gobierno socialista.Papandreu ha sido acusado por la mayoría de "corrupción pasiva" por haber aceptado seis millones de dólares de Koskotas y ser "instigador moral" de los depósitos realizados por las empresas públicas para reflotar las arcas del Banco de Creta, propiedad de Koskotas, durante el verano del año pasado y haber encubierto las deudas de su amigo Sócrates Kalkanis, relacionado con el banquero.

El ex primer ministro llegó al Parlamento durante la mañana, en su primera comparecencia desde que comenzó la catarsis. En una intervención de 40 minutos denunció "las calumnias" que se le dirigen y acusó a sus acusadores. "Mi único acusador, a fin de cuentas, es Koskotas", dijo, "es decir, un estafador que a cambio de su libertad me calumnia". Papandreu también 'criticó la "penalización" de la vida política griega y aseguró que los ataques que recibe tienen como finalidad "romper el PASOK" (Partido Socialista Panhelénico).

Añadió que "algunos círculos han utilizado a Koskotas para minar al PASOK y desorientar al país", y citó a parte de la Prensa griega y extranjera, en especial al semanario norteamericano Time, "próximo al Departamento de Estado y a la clase dirigente estadounidense", que dedicó un reportaje y su primera página a Koskotas el pasado mes de marzo. Papandreu añadió que el proceso contra Time por difamación comenzará el próximo 30 de noviembre en Londres.

Antes de abandonar la sala "por razones de sensibilidad política", el ex primer ministro griego concluyó que Grecia solamente tenía dos caminos: uno es la tradicional vía de la derecha de someter el país al capital extranjero y transformar Grecia en "un país balneario", y el otro, modernizar la nación a marcha forzada en la independencia y el rechazo de las oligarquías financieras. El pueblo, añadió Papandreu, elegirá libremente en las próximas elecciones del 5 de noviembre.

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Otros casos

El Parlamento griego examinará, además, los casos de Agamenón Kutsogiorgias, ex viceprimer ministro y ministro de Justicia; Giorgios Petsos, ex ministro de Transportes y Orden Público; Panayotis Rumeliotis, ex ministro de Economía, y Dimitri Tsovolas, antiguo responsable de Finanzas, acusados en el asunto Koskotas por causas diversas.

Petsos, bajo sospecha de haber recibido un soborno y ser responsable de depósitos públicos al Banco de Creta, reclamó en la noche del pasado martes su inocencia y se defendió arrojando toda la responsabilidad sobre Papandreu. Tsovolas, acusado de encubrir las deudas de Kalkanis, afirmó que no tenía nada que ver con el escándalo Koskotas, propiamente dicho. Dijo que la deuda del amigo del ex primer ministro se arregló con normalidad. Rumeliotis, actualmente eurodiputado, envió un documento al Parlamento en el que afirma que "no conocía actividad alguna fraudulenta" de Koskotas.

El debate, que resultó tormentoso en algunos momentos, se apagó como consecuencia del asesinato, el pasado martes, en el centro de Atenas a manos de terroristas del grupo Diecisiete de Noviembre, del portavoz conservador, PavIos Bakoyannis. Este diputado estuvo relacionado en el pasado con Koskotas, después de la creación, en 1983, del semanario Ena y del grupo de prensa Grammi, que le revendió al banquero dos años después.

El atentado

La policía griega no disponía ayer de ningún indicio que permitiese detener a los culpables del atentado contra Bakoyannis. Los asesinos huyeron a bordo de un automóvil robado, que abandonaron poco después del crimen y no lejos del lugar del atentado. Utilizaron una pistola del calibre 45 para acabar con la vida del diputado, un tipo de arma que el grupo terrorista utiliza regularmente desde hace 14 años para sus crímenes.

Después de tantos años, ningún miembro del grupo Diecisiete de Noviembre ha sido encarcelado, dicen los especialistas griegos, lo que hace suponer que la policía tendrá muchas dificultades para detener a los culpables. La propia policía ha declarado que "se encuentra entre tinieblas" con relación al grupo terrorista griego.

El primer ministro, Yanis Yanetakis, reunió ayer el Consejo de Ministros extraordinario para cuestiones terroristas y anunció que su Gobierno cambiará la dirección de la policía griega, y recalcó que "el asesinato de PavIos Bakoyannis no permanecerá impune".

Toda Grecia se encontraba ayer conmocionada por el atentado, que ha sido ampliamente destacado por la Prensa nacional. "Sangre en el camino electoral", titulaba Ena (el que fuera semanario de Bakoyannis), que en los últimos meses aparece con una línea independiente tras el escándalo Koskotas.

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