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UNA VISITA HISTÓRICA

FeIipe González y Hassan II acuerdan verse cada año

España dará a Marruecos un trato similar al que otorga a sus vecinos europeos, y el presidente del Gobierno español, Felipe González, celebrará, junto con varios ministros, por lo menos un encuentro anual con el rey Hassan II y su séquito ministerial para analizar la evolución de las relaciones bilaterales e intentar potenciarlas. Este acuerdo de institucionalizar los contactos quedó apalabrado en el almuerzo que Felipe González ofreció ayer en el palacio de la Moncloa al monarca alauí en el segundo día de su primera visita oficial a Madrid.

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Con el retraso acumulado en sus anteriores actos oficiales, Hassan II se sentó en la mesa del palacio presidencial poco después de las cuatro de la tarde, con más de dos horas de retraso sobre el horario previsto. El rey estuvo acompañado en el almuerzo por sus hijos, el príncipe Mulay Rachid y la princesa Lala Hasna, mientras por parte española asistieron cuatro ministros (los de Defensa, Relaciones con las Cortes, Obras Públicas, y Educación) y el secretario de Estado para la Cooperación.En un breve encuentro que mantuvieron antes de la comida, González y su huésped acordaron la institucionalización de las relaciones entre Madrid y Rabat, un trato preferente que hasta ahora España sólo mantenía con países democráticos de Europa entre los que destacan sus vecinos: Francia y Portugal.

"El presidente González se compromete a mantener una cumbre una vez al año con el rey de Marruecos para. repasar e impulsar las relaciones entre nuestros dos países", afirmó un portavoz de la Moncloa. El acuerdo alcanzado quedará recogido hoy en una declaración que se hará pública junto con la firma de tres acuerdos bilaterales.

En el Ministerio de Defensa se firmará hoy un acuerdo de cooperación militar hispano-marroquí, mientras que en el de Asuntos Exteriores se darán a conocer otro convenio sobre mutua protección de inversiones y una declaración que actualice la que don Juan Carlos y Hassan II suscribieron en Fez en 1979 sobre la necesidad de efectuar los estudios de viabilidad respecto al enlace fijo, probablemente un túnel, que a través del estrecho de Gibraltar pueda unir Europa con África.

La elevación de la relación con Marruecos a un nivel similar al que España mantiene con algunos de sus socios comunitarios ilustra hasta qué punto la diplomacia española ha pasado de una actitud a la defensiva a otra más abierta que tiende a crear lazos estrechos con el reino alauí para relegar a un segundo plano los contenciosos bilaterales, empezando por el de Ceuta y Melilla.

Hassan y su anfitrión no evocaron en los 90 minutos de conversación que mantuvieron ayer la revindicación marroquí sobre las plazas de soberanía españolas ni tampoco la situación en el Sáhara Occidental, según fuentes oficiales españolas. La víspera, el soberano alauí omitió también mencionar sus pretensiones sobre ambas ciudades en la cena de gala que le ofreció el rey Juan Carlos.

Algunos diplomáticos españoles se preguntan, no obstante, si será posible mantener estos encuentros periódicos con un monarca que no es tan formal como los jefes de Estado y de Gobierno europeos y que ha considerado oportuno sancionar a España anulando, por ejemplo, su prevista visita del año pasado porque le había disgustado el voto de la delegación española cuando en la Asamblea General de la ONU se planteó la cuestión del Sáhara.

Reunión imposible con Fraga

El presidente del Partido Popular (PP), Manuel Fraga, no pudo entrevistarse ayer con el rey marroquí una vez que el monarca pretendió posponer la reunión, fijada a las seis y media de la tarde, para el día de hoy. Fraga declinó la propuesta de celebrar la reunión hoy, ya que tenía compromisos de partido en Orense que le ocuparían toda la jornada, según informa Anabel Díez. Según medios oficiales del PP, Fraga recibió ayer una primera llamada de la Embajada marroquí para indicarle que no acudiera a la hora fijada pero que se le llamaría a lo largo de la tarde.

En una segunda llamada, se le indicó que el encuentro no podía celebrarse ayer, pero que el monarca estaba en disposición de entrevistarse con Manuel Fraga durante esta mañana. El político conservador explicó que le resultaba imposible estar hoy en Madrid, pero que el rey podía recibir en audiencia al vicepresidente de su partido, José María Aznar.

A las ocho de la tarde, don Juan Carlos hizo una visita inesperada a su "hermano" Hassan. Al volante de un deportivo Audi y acompañado por sólo un coche de escolta, el Rey entró rápidamente en el Palacio del Pardo, donde se hospeda su huésped, y permaneció una hora con el monarca alauí. Después regresó a la Zarzuela para volver a las diez a la cena de gala que ofreció el soberano marroquí.

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