El cardenal Martini, partidario de que las monjas carmelitas abandonen Auschwitz

El cardenal arzobispo de Milán y presidente del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas, Carlo Maria Martini, manifestó ayer en Madrid que las monjas carmelitas deben ser trasladadas del convento que actualmente ocupan en lo que fuera el campo de exterminio de Auschwitz, cerca de Cracovia (Polonia), y "se deben respetar los sentimientos de los judíos".

Martini hizo estas declaraciones en el transcurso de una conferencia de piensa, y con ello se suma a las declaraciones hechas por los cardenales Decourtray, Lustiger y Daneels, que hace unas semanas urgieron a la Iglesia católica polaca a respetar los acuerdo5 suscritos en Ginebra en 1987 con los judíos. En ellos se preveía que la comunidad carmelitana, instalada allí en 1984, debía abandonar el convento en el plazo de dos años. El judaísmo no permite la oración en cementerios, y en Auschwitz, alegan los de esta religión, murieron tres millones de judíos.El cardenal de Millán afirmó ayer que había surgido un problema de tiempo para ese traslado de las monjas, "pero es mejor", agregó, "respetar los sentimientos de los judíos". Precisamente ese retraso fue le que motivó que un grupo de siete judíos saltaran la valla del convento y se manifestaran a la puerta, el pasado 14 de julio, hasta ser violentamente expulsados por un grupo de obreros polacos que trabaja en una de las alas del carmelo. Este "ataque del comando de siete judíos de Nueva York", tal como lo definió el cardenal primado polaco, Josef Glemp, volvió a revivir la polémica sobre el antisemitismo de los polacos y provocó que sus afirmaciones fueran criticadas en el diario de Solidaridad. Glemp se vio obligado a suspender incluso un programado viaje a Estados Unidos por temor a las protestas de la comunidad israelí.

El cardenal Franciszek Macharski, arzobispo de Cracovia -diócesis en la que se encuentra Auschwitz-, aseguró hace unas semanas que suspendía La construcción del centro que debe acoger a las carmelitas en un futuro por problemas administrativos. Ayer el caidenal Martini fue escueto pero claro en sus afirmaciones, y ainque dijo que como presidente del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas -que agrupan a todo el continente- no había tratado el tema, dio su punto de vista personal. Durante la conferencia de prensa con motivo del Congreso de Espiritualidad Sacerdotal que hasta mañana se celebrará en Madrid, el arzobispo de Milán subrayó que es un grave error el divorcio entre el compromiso temporal -o político- y el espiritual en el sacerdocio. "A finales de los sesenta y principios de los setenta estaba de moda poner el acento en lo social, en estar con los más pobres. Sin embargo", agregó, "ese compromiso no dura mucho si no está apoyado por la espiritualidad".

Martini, a quien se considera un hombre distante de grupos que los cristianos progresistas consideran neoconservadores, se mostró favorable a que todos estos movimientos trabajen en contacto con la iglesia local "y deben estar al servicio de toda la comunidad". "El trabajo de cada movimiento debe estar al servicio de toda la comunidad, no sólo de una parte", dijo.