Craxi impulsará en la Internacional Socialista un frente común europeo

El Senado italiano inicia hoy el debate sobre el proyecto de nueva ley contra la droga. Es una de las normas más severas de Europa, y ayer el secretario general del Partido Socialista, Bettino Craxi, que capitanea en este país la línea dura en este campo, amenazó con desencadenar una crisis de Gobierno si la ley no se aprueba. También anunció su voluntad de impulsar, dentro de la Internacional Socialista (IS), un frente común europeo contra la droga.El líder socialista, que habló en nombre de su partido -integrante de la coalición de Gobierno junto a democristianos, socialdemócratas, republicanos y liberales- utilizó palabras muy duras: "Lo que ha ocurrido en Italia es francamente increíble. Han transcurrido cinco años desde que se presentó al Parlamento el primer proyecto de ley y no ha pasado nada, siempre se interponía un obstáculo que impedía al Parlamento decidir". Ahora que por fin la ley llega al debate del Senado y del Congreso "será un banco de prueba para el nuevo Gobierno".

Craxi añadió que si la ley no pasa tampoco ahora, creará al Gobierno que preside el democristiano Giulio Andreotti y a la mayoría política que lo apoya "problemas de primer orden", índicando que el partido socialista podría provocar una crisis en el nuevo Gabinete.

El líder socialista denunció "las cartas, carteles, pintadas en las paredes, hasta debajo de mi casa, intimidaciones y amenazas anónimas, denuncias, ataques e insultos" de los que han sido víctimas en este período, tanto él como los miembros de su partido.

Alabanza de Bush

Recordando y alabando la conducta del presidente norteamericano George Bush, el líder socialista afirmó que ahora hace falta "un plan europeo contra la droga". Explicó que así se lo han pedido los responsables de los Gobiernos de Perú, Colombia y Bolivia, y que él está dispuesto a conducir dicha campaña mentalizando a la Internacional Socialista para que influya sobre los Gobiernos de la Comunidad Europea.

"Resuena aún en mis oídos", dijo Craxi, "la ironía con que fue acogido hace un año el grito, de alarma que lancé a las fuerzas políticas y a la opinión pública, ironía que poco a poco se convirtió en auténtica agresión".

Condenó Craxi la "irresponsabilidad, exhibicionismo, intolerancia, permisividad, demagogia y cinismo" de cuantos se oponen a que no sólo la venta sino también el consumo de droga, dura o blanda, sea considerado y castigado como un delito. En la nueva ley, cualquier uso de drogas es considerada como "delito". E impone duras penas para los grandes vendedores, pero también prevé sanciones para los consumidores, ya lo sean habituales u ocasionales. Éstas pueden ir desde la retirada del permiso deconducir y del pasaporte a la prohíbición de alejarse del lugar de residencia.