Los agricultores no ofertan cereales al Servicio Nacional de Productos Agrarios
En los dos primeros meses transcurridos desde que se ha iniciado, la campaña, los cerealistas españoles han ofertado solamente poco más de 40.000 toneladas de estos productos al Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA), como organismo de intevención de la Comunidad Europea.La situación contrasta con la fuertes ventas que se registraron en los pasados meses de abril y mayo ante la caída registrada en los precios que mantenían hasta entonces. Esta baja oferta se produce a pesar de haber existido unos precios hundidos en origen en las principales zonas productoras. En la variedad de cebada, frente a un precio de compra de 23,97 pesetas por kilo, muchos cerealistas han llegado a vender entre las 21 y las 22 pesetas. En el trigo, las ofertas no han llegado a las mil toneladas y se espera que se mantenga la misma tónica en el futuro, a pesar de la bajas cotizaciones actuales.
Las escasas ventas de estos meses chocan con las más de 500.000 toneladas de cereal compradas por el organismo de intervención en los meses finales de campaña anterior y que ascendieron a una 400.000 toneladas de cebada y 120.000 toneladas de maíz, actuaciones donde los almacenistas y las cooperativas fueron los principales protagonistas.
Estas escasas ofertas a la intervención y la venta del producto a la baja en el mercado libre serían consecuencia de la deficiente estructura comercial y organizativa que arrastra en su conjunto el sector agrario, y estarían también justificadas por los intereses de muchos agricultores que ejercen como tales únicamente a tiempo parcial.
Mientras que los profesionales con cierto peso y las entidades cooperativas tratan de mantener mercancía para poder sostener los precios y mantener las ventas durante varios meses, los agricultores a tiempo parcial o los propietarios de pequeñas explotaciones agrícolas, con escasas cosechas, prefieren la venta rápida ante la falta de una infraestructura de almacenamiento.
Cobro al contado
Por otra parte, se mantiene en el sector una tradición de vender y cobrar el producto al contado, aunque sea a un precio más bajo, frente a los pagos a 120 días que realiza el organismo de intervención.Igualmente, continúa la costumbre de vender directamente desde la era o la tierra sin acondicionar la mercancía, al margen de que este año el cereal de muchas zonas no cumplía las condiciones mínimas de calidad exigidas por la intervención.
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