Los veterinarios temen que la epidemia de neumonía bovina suponga el cierre comercial de fronteras

El presidente de la Federación de Colegios Veterinarios de Castilla y León, Paulino Díez Gómez, aseguró ayer que los brotes de perineumonía bovina detectados en las provincias de Segovia y Palencia -ocultados por la Administración- podrian suponer el cierre de las fronteras al comercio de ganado vacuno. Según Gómez, esos brotes tendrán más repercusión en el ámbito económico que en el sanitario, ya que el consumo de ese tipo de carne no es peligroso. La Unión de Consumidores de Castilla y León prevé invitar a los ciudadanos a que no compren carne durante una semana.

Al sacrificio de 5.000 reses en la localidad segoviana de Las Navas de San Antonio afectadas por perineumonía bovina y desviadas al consumo humano con apoyo del Ministerio de Agricultura y de la Junta de Castilla y León (ver El PAÍS de ayer, 29 de agosto) hay que sumar tres nuevos brotes de perineumonía en otras tantas explotaciones de la provincia de Palencia, dos de ellas propiedad de la Diputación Provincial, según informó ayer Radio Nacional. Estos tres focos aparecieron en los últimos meses del año pasado, y están ubicados en las localidades de Perales, Tablares y San Gervás de la Vega. Por su parte, los ganaderos recibieron más de 162 millones de pesetas en concepto de indemnización, pero no como saneamiento de sus establos, sino dentro del capítulo de abandono temporal de leche, iniciativa por la que reciben fondos de la Comunidad Europea.La Diputación Provincial de Palencia ocultó la perineumonía en todos los informes oficiales, alegando que las reses sufrían tuberculosis B. Incluso continuó entregando novillas a los ganaderos palentinos para mejorar la cabaña de bovino.

Rafáel Calvo Ortega, eurodiputado del CDS -partido que apoya al PP en el Gobierno de la comunidad autónoma-, manifestó ayer que en el próximo pleno del parlamento europeo, convocado para el 11 septiembre, pedirá que se informe si la CE conoce el comportamiento de las administraciones públicas españolas ante las instituciones comunitarias en relación con este asunto. Su compañero de partido, Juan Antonio Perteguer, alcalde de Segovia y procurador de las Cortes de Castilla y León, ha presentado una pregunta al Ejecutivo regional para saber si es verosímil el diagnóstico de perineumonía bovina, producida por un micoplasma micoides, en las reses de Navas de San Antonio y que medidas se han tomado para erradicar el foco.

Insistentes rumores

Perteguer ha afirmado que entre los ganaderos de Navas de San Antonio se venían escuchando insistentes rumores de que sus reses no padecían tuberculosis por el curso que adquiría la enfermedad y las pruebas que realizaban los veterinarios. Tras conocer la noticia de que se ha comercializado carne no apta para el consumo, Prudencio Prieto, presidente de la Unión de Consumidores de Castilla y León, integrada en la Unión de Consumidores de España (UCE), ha convocado a su junta directiva a una reunión extraordinaria y urgente.Según ha señalado Prudencio Prieto, en esta reunión, que se celebrará en la ciudad de León los próximos días, se recabará información de los asesores jurídicos para exigir responsabilidades a las administraciones implicadas en el caso de la epidemia bovina de Navas de San Antonio y, si es preciso, se ejercerá la acción popular como lo contempla la ley general para la defensa de los consumidores y usuarios.

La Unión de Consumidores de León ha presentado recientemente una denuncia ante la posibilidad de que se hayan comercializado 500.000 kilos de carne de vacas que habían dado positivo en la prueba tuberculínica y que procedían de una campaña de saneamiento ganadero que realizó el Gobierno autónomo en la provincia de León. "Ya hicimos en León un día sin carne", afirma Prudencio Prieto, "y, si ahora tenemos que pedir una semana, estaremos una semana sin consumir carne".