El sector laico de Solidaridad critica al primado polaco

El ataque del cardenal primado de Polonia, Jozef Glemp, contra la comunidad judía internacional por desatar en los medios de comunicación "sentimientos antipolacos" amenaza con provocar fuertes tensiones en el seno de lo que era hasta ahora la oposición democrática polaca. El sector laico de Solidaridad criticó ayer una reciente homilía de Glemp.

Jozef Glemp hizo referencia el pasado sábado al conflicto surgido en torno al convento de las carmelitas polacas, situado desde hace cinco años junto al antiguo campo de concentración de Auschwitz, donde los nazis mataron a cinco millones de judíos. La comunidad hebrea reclama el desalojo del convento, tal y como lo preveia el acuerdo firmado con la Iglesia católica en febrero de 1987.En la homilía pronunciada en la fiesta patronal de la Virgen Negra de Czestochowa, Glemp pidió a los "queridos judíos" que no hablen con los polacos desde "la posición de un pueblo elegido" y que no impongan "condiciones imposibles de aceptar" en sus conversaciones con lajerarquía católica. El cardenal calificó de .atraco" las protestas de los judíos, quienes en julio irrumpieron en el recinto del convento de las carmelitas en Auschwitz para protestar contra la presencia de las monjas católicas en lo que consideraban un cementerio hebreo. En febrero de 1987, la Iglesia católica prometió desalojar el convento en un plazo de dos años. No cumplió su promesa.

"El peor momento"

El diario de Solidaridad, Gazeta Wyborcza, criticó ayer al primado, reprochándole que había elegido el peor momento, la víspera del 50º aniversario del estallido de la II Guerra Mundial, "para hablar de los daños inferidos al pueblo polaco y a las hermanas carmelitas por parte de un comando de siete judíos de Nueva York", según la expresión del primada "Las palabras del primado, aunque no reflejen sus intenciones, hieren profundamente a los descendientes y hermanos de las víctimas del holocausto", comentaba el diario de Solidaridad.

Estas críticas constituyen un hecho sin precedentes y puede ser el preludio de una división entre el sector democristiano y el socialdemócrata en el seno del sindicato.

El primer síntoma de la brecha que se va abriendo entre los laicos -gente que en su mayoría dejó el partido comunista hace 20 o más años- y el ala democristiana, se produjo con motivo de la elección del candidato de Solidaridad a la presidencia del Gobierno. Según fuentes próximas al sindicato, Glemp presionó a Walesa para que presentara la candidatura del actual primer ministro, Tadeusz Mazowiecki, vinculado a la jerarquía católica, y no la de Branislaw Geremek, el político más relevante de Solidaridad en los últimos meses, pero demasiado "independiente" y con un pasado "rojete".

Un redactor de Gazeta Wyborcza comentó a EL PAÍS que por la mañana la Redacción de su diario había sufrido un aluvión de llamadas telefónicas de lectores indignados por el editorial contra el primado.

[Polonia recibirá a finales de septiembre el primer barco cargado de harina y alimentos remitido por la Comunidad Europea, según informaron ayer funcionarios franceses.]