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CATÁSTROFE EN SAN JUAN

La traca que causó ocho muertos en Alicante pertenecía a una fábrica cuyo cierre había ordenado la Generalitat

Pirotécnica Levantina, propietaria del coche que transportaba 25 metros de traca para una boda y que originó la explosión que causó 8 muertos y 25 heridos el pasado sábado por la noche en el hipermercado Pryca de San Juan (Alicante), había sido clausurada por la Consejería de Trabajo de la Generalitat Valenciana el pasado 3 de agosto. La paralización de actividades y el cierre fueron decididos a la vista de las denuncias presentadas por Comisiones Obreras por la falta de seguridad de la fábrica, situada en Alicante. No obstante, la orden no fue ejecutada por la Consejería de Industria de la Generalitat y la empresa mantuvo sus actividades con posterioridad a la citada fecha. El vehículo origen de la explosión se dirigía a disparar una traca en una boda.

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El pasado 3 de agosto la Consejería de Trabajo de la Generalitat decidió la "paralización de las actividades acordada por la representación legal de los trabajadores de Pirotécnica Levantina, SL, en el centro de trabajo de Alicante".Las deficientes condiciones de seguridad fueron denunciadas por Bartolomé Merino, delegado sindical de CC OO en esta empresa, que cuenta con unos 20 trabajadores. Las denuncias habían cobrado ya trágica vigencia en el accidente ocurrido el pasado 25 de julio durante un disparo de carcasas en la localidad de Guardamar. En la citada ocasión resultó gravemente herido el encargado de la firma pirotécnica, quien falleció días después.

A pesar de la paralización de actividades, la empresa continuó trabajando y atendiendo sus compromisos pendientes. Uno de los contratos había sido suscrito con el Ayuntamiento de Elche para disparar varios castillos en esta ciudad con motivo de sus fiestas el pasado 13 de agosto. Cuando se produjo el accidente del sábado en San Juan, Joaquín Rigal Vicó, de 22 años e hijo del propietario de la pirotecnia, se dirigía a disparar una traca en una boda que se iba a celebrar en el cercano monasterio de la Santa Faz.

Las autoridades gubernativas ignoraban ayer las causas que motivaron la explosión, asi como la cantidad exacta de explosivos que portaba el coche y la procedencia de la cohetería. El automóvil era un Peugeot 505, matrícula de Alicante 8041-AJ. Los responsables de seguridad se limitaron ayer a decir que la familia de los novios había encargado 25 metros de traca.

La gobernadora de Castellón y delegada en funciones del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Concepción Sáenz, manifestó ayer que la Guardia Civil estaba tomando declaración a Joaquín Rigal Martínez, propietario de Pirotécnica Levantina y padre del conductor del coche. [Rigal Martínez regresó en la tarde de ayer, a su domicilio tras declarar, informa Efe. Sáenz asumió ayer la representación del Gobierno ya que tanto el delega do en la comunidad valenciana Eugenio Burriel, como el gobernador de Alicante, Pedro Valde cantos, se encontraban de vacaciones. Ninguno de los dos interrumpió su descanso para acudir a Alicante tras el grave accidente.

Centenares de compradores

La explosión del vehículo carga do de cochetes se produjo a las 20.45 horas de la tarde del sábado en el aparcamiento al aire libre del hipermercado Pryca, situado en el término municipal de San Juan, a dos kilómetros de la playa y a un kilómetro del casco urbano. Centenares de personas de todas las edades se encontraban en ese momento en el lugar del suceso para realizar sus compras. La onda expansiva y las; llamas causaron la muerte inmediata a cinco personas, mientras otras tres morían durante el traslado a diversos centros hospitalarios de Alicante.

Las personas fallecidas son: Andrés de Castro Contreras, de 27 años; Francisco José Romera Cañete, de 24; Ana Carrasco García, de 31; su hija, Patricia Albero Carrasco, de 2; María Josefa Juan Ripoll, de 41; Vanessa Gutiérrez Tendero, de 6; Joaquín Rigal Vicó, de 22 y conductor del automóvil; y su acompañante José Muñoz Molina, de 23 años.

Otras dos personas, Julia Muñoz Contreras, de 30 años, y Ana Alcántara, de 34, se debatían anoche entre la vida y la muy fuerte en el hospital General de Alicante. Ambas sufren quemaduras en la mayor parte de su cuerpo y el parte médico calificaba ayer su estado de muy grave. La mayoría de fallecidos o heridos lo fueron por quemaduras, o bien, por el impacto de cascotes y trozos de chapa incendiada.

El alcalde de la ciudad, que acudió al lugar de los hechos, minutos después del siniestro, señaló ayer que testigos presenciales confirmaron que se había producido más de una explosión. Un portavoz de la Consejería de Industria, por su parte, se mostró ayer incapaz de aclarar la causa de una onda expansiva tan fuerte y se limitó a decir: "No sabemos aún la cantidad exacta de explosivos que transportaba el coche y, por otro lado, no existen precedentes de este tipo de siniestros".

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