_
_
_
_
_

Gorbachov anuncia una "purga" de dirigentes regionales

Pilar Bonet

, El líder soviético, Mijail Gorbachov, anunció ayer que el Soviet Supremo de la URSS abordará hoy la crisis creada por las huelgs de mineros y expresó su intención de utilizar el 'impulso' dado por estas huelgas para acelerar la reforma y efectuar cambios en el funcionariado dirigente local.

En una entrevista televisiva, que fue repetida posteriormente por la radio, Gorbachov caracterizó como "crítica" la actual fase de la reforma, en vista del "incremento de la tensión" motivado por el "cambio radical" de la vida en la sociedad. La oleada de huelgas, que ha afectado a varios centenares de miles de obreros, se ha extendido desde Siberia hasta Ucrania y desde Vorkutá, en el Círculo Polar Ártico, hasta Karagandá, en la república asiática de Kazajstán. En Donbas, una de las dos grandes cuencas carboníferas de la URSS, el conflicto seguía sin resolverse y 74 minas de un total de 121 continuaban en huelga, lo que suponía 29 empresas menos que el día anterior, según informaba la agencia Tass. Gorbachov anunció que varias minas de esta región tenían intención de reanudar el trabajo anoche y admitió que los mineros estaban preocupados por las garantías de cumplimiento de los acuerdos suscritos.La situación mejora

"La situación ha mejorado sensiblemente", manifestó Gorbachov, quien hizo un llamamiento a la calma general y tranquilizó en particular a los mineros de Vorkuta, que negociaban con el jefe del Partido de la república autónoma de Komi, VIadimir Melnikov.

Muchas cosas se encuentran amenazadas, según Gorbachov, si la situación actual continúa y se agrava con la extensión de los conflictos a otros colectivos laborales. El líder manifestó que las formas radicales de protesta adoptadas por los mineros ante los muchos problemas acumulados confirman, por una parte, que la perestroika es necesaria y, por otra, que hay que realizarla de forma "más decidida". "La clase obrera no está contenta de cómo va la perestroika", añadió.

En un tono que presagia nuevos relevos en la estructura regional del Partido, Gorbachov dijo que muchas de las cuestiones que resuelven las comisiones centrales, desplazadas desde Moscú a los focos de conflicto, son pequeñeces que podrían haberse resuelto localmente o, a lo sumo, dentro del sector. Gorbachov echó la culpa a los dirigentes locales de la falta de soluciones para cuestiones como los turnos nocturnos o el trabajo en días festivos y los turnos de libranza. Muchos cuadros no sienten, según dijo, que "los tiempos han cambiado" y que la gente "no es indiferente". Estos cuadros viven, según Gorbachov, "con viejas imágenes" y adolecen de falta de atencion y contacto vivo. Los obreros no quieren reconciliarse con ésto y no lo harán y en Kuzbas y Donbas han planteado ante el centro, ante las repúblicas y los órganos regionales problemas concretos sobre la actividad de los órganos locales y también la "cuestión del reemplazo", dijo. "En algunas partes", agregó, "ya hicieron plenos y sesiones y carríbiarona los funcionarios sordos".

La huelga de los mineros ha dado un impulso para reflexionar, según Gorbachov, quien dijo no quererse anticipar a lo que será objeto de reflexión del Politburó, del Soviet Supremo y del Consejo de Ministros. El Soviet Supremo abordará hoy el tema "para no perder el tiempo, teniendo en cuenta las lecciones que extraemos de esta situación". Gorbachov elogió la actitud de los mineros y su sentido realista ante los problemas económicos del país.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El líder ha abordado la huelga de los mineros en dos ocasiones en menos de 24 horas. El sábadojunto con el primer ministro, Nikolal Rishkov, envió un telegrama al presidente de la comisión que examina las ex¡gencias de los trabajadores de Donbas, Lev Riaben. Todos los acuerdos de la comisión serán discutidos por el Soviet Supremo y el Consejo de Ministros con participación de representantes de los mineros para tomar las medidas necesarias.

La impresión de haber entrado en una nueva etapa de la reforma se extiende estos días en medios intelectuales moscovitas politizados que se replantean el trabajo realizado a lo largo del último año y especialmente en los últimos meses y estudian la posibilidad de establecer conexiones con sectores obreros. Un equipo de estudiosos del movimiento obrero internacional se han desplazado a los focos de huelga para analizar los conflictos. Todo ésto se realiza mientras cobra peso la discusión sobre el restablecimiento de las fracciones dentro del PCUS. Mijail Gorbachov había hecho el 18 de julio una división de las cuatro fuerzas sociales básicas que a su juicio existen en la URSS: un sector dogmático conservador que considera la democratización como una concesión y aspira a restablecer el orden público con métodos autoritarios; un sector radical de izquierda que

quiere forzar los cambios y lucha por la justicia social con un transfondo igualitarista; extremistas que defienden valores capitalistas, y unas fuerzas centristas y equilibradas.

En la república autónoma de Abiasia, donde 20 personas han perecido en los conflictos nacionalistas, la situación continuaba ayer siendo dificil. En las cercanías de Sujurm y el distrito de Udaut había piquetes armados y el trariporte continuaba sin funcionar, al igual que la mayoría de las empresas. El día anterior, un pleno del comité regional del Partido había cesado a los secretarios Mijail Zuladze y Said Tarkil. Por un decreto del Presidium del Soviet Supremo de Abjasia cesaron el presidente del Consejo de Ministros Otar Zugfáia y su vicepresidente V. Zugva. En el pleno intervino el jefe comunista de Georgia, Gumbaridze.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_