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Trabajo se opone a que el director general de El Fénix Mutuo tenga concertados los servicios con una clínica de su propiedad

La constatación de que El Fénix Mutuo tiene concertada la prestación de sus servicios asistenciales con una clínica de la que es propietario el actual director general de esa mutua patronal, Leopoldo González Espejo, ha sido uno de los argumentos presentados por los servicios de inspección del Ministerio de Trabajo para decidir la intervención de esa compañía, que anteayer fue notificada oficialmente.Desde hace unos dos años El Fénix Mutuo viene trabajando con la Clínica Nuestra Señora de América -cuyo accionista mayoritario es Leopoldo González Espejo-. Esa situación se produjo después de que la citada mutua decidiera resolver a favor de El Fénix el concurso público convocado al efecto. Poco más tarde la compañía remitió al Ministerio de Trabajo el contrato suscrito.

El Fénix Mutuo, que como todo este tipo de compañías posee un carácter no lucrativo y que es resultado de la asociación voluntaria de una serie de empresarios, tiene la consideración de entidad colaboradora de la Seguridad Social, en un doble sentido: 1) en la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales (para lo cual colabora con las empresas en reconocimientos, evaluación y control de los riesgos, asesoramiento técnico, etcétera), y 2) en la asistencia sanitaria completa, mediante una serie de centros de tratamiento médico, quirúrgico y farmacéutico de las lesiones o enfermedades profesionales.

Elevado precio

El elevado precio que, a juicio de la Inspección del Ministerio de Trabajo, está cobrando la Clínica Nuestra Señora de América al Fénix Mutuo por los servicios asistenciales que presta a sus mutualistas, es otra de las imputaciones realizadas. A ello se suman otras, como que la de que se han prestado aparatos y ambulancias a sociedades filiales, o que se están dando servicios que reglamentariamente no deben prestarse.La Secretaría General de la Seguridad Social, además, ha venido llamando la atención a los responsables de El Fénix Mutuo sobre la gran confusión existente en el seno del llamado grupo Fenixmutuo, en el que están presentes una serie de sociedades participadas que incorporan el nombre de la mutua patronal, lo que, desde el punto de vista de la Administración, está generando algún desconcierto.

A esos elementos se une la acusación sobre utilización indebida del patrimonio de la Seguridad Social, así como la existencia de gastos improcedentes en la gestión. Como es sabido, de los excedentes obtenidos por este tipo de entidades debe distribuirse del modo siguiente: un 80%. debe ser reintegrado a las arcas del Estado, mientras que el restante 20% pueden ser destinados a la prevención de accidentes laborales, previa notificación a los organismos competentes del Ministerio de Trabajo. En ese último tramo es donde parece que se han producido una serie de irregularidades.

Un portavoz oficial de la mutua patronal insistía ayer en la extrañeza que había causado en el seno de la compañía la decisión de intervenir El Fénix Mutuo, justamente en un momento en que existían conversaciones para intentar resolver las deficiencias puestas de manifiesto tras la la auditoría. "En todo caso", afirmó, "nuestra postura es la de administrados y debemos acatar la resolución, aunque no descartamos la presentación de un recurso de alzada, si el comité ejecutivo lo aprueba".

Comisiones Obreras, por su parte, señalaba en un comunicado su aprobación y apoyo a la medida adoptada por la Secretaría General de la Seguridad Social, a la vez que proponía un mayor control administrativo sobre las mutuas patronales.

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