Unas cuentas pendientes
El nuevo ministro de Economía de Argentina, Néstor Rapanelli, huyó de Venezuela una semana antes de que el 27 de mayo pasado el juez venezolano Luis Guillermo La Riva le dictara auto de detención por los cargos de presunto aprovechamiento fraudulento de fondos públicos y contrabando en la importación de trigo con dólares preferenciales.En consulta con las personas que lo conocieron en Caracas y que están al corriente de su expediente en los tribunales, este periódico pudo ampliar los datos sobre este polémico personaje que tiene una cuenta pendiente con la justicia venezolana cuando el presidente Menem lo designó ministro de Economía.
Conocedor del negocio internacional del trigo, Rapanelli llega a Venezuela a comienzos de los años ochenta en representación de la poderosa multinacional Bunge y Born. Luego adquiere acciones en la empresa Grandes Molinos de Venezuela (Gramoven), donde es nombrado director general entre 1983 y 1986.
En 1986 la Guardia Nacional venezolana investigó las actuaciones de Gramoven, descubriendo que había cometido un supuesto contrabando de 3.000 millones de bolívares (9.000 millones de pesetas) en declaraciones aduaneras irregulares por la exportación de trigo norteamericano. La inspección determinó que los protocolos de análisis hechos por los propios técnicos de Gramoven no se correspondían con lo declarado en cuanto al precio y calidad del trigo. Inexplicablemente, el expediente de la Guardia Nacional se mantuvo archivado durante año y medio en la dirección de inspección y fiscalización de Hacienda y ahora es cuando lo procesa el juez.
Fondos públicos
La otra acusación del juez es por aprovechamiento fraudulento de fondos públicos contra los directivos de Gramoven al sobrefacturar cinco millones de dólares en la importación de trigo.
Junto a Rapanelli, el juez La Riva también dictó auto de detención a los otros directivos de Gramoven: Nicomedes Zuluaga, Salvador Armada y Oleg Williamson. Al parecer, Rapanelli había dejado su cargo en Gramoven cuando Zuluaga todavía era embajador de Venezuela en Buenos Aires, en 1986.
Sin embargo, el nuevo ministro argentino continuó viviendo en Caracas y a mediados de mayo pasado rinde declaraciones ante el juez La Riva y repentinamente abandona Venezuela una semana antes de dictarse el auto de detención.
El caso de Rapanelli ha llamado la atención de la opinión pública venezolana, toda vez que ha subido al alto cargo de ministro en Argentina, teniendo un auto de detención en Venezuela por su presunta vinculación en el escándalo de Recadi.
En ese sentido, ya se habla de la posibilidad de extraditarlo para que se ponga en manos de la justicia venezolana. Empero, no existe un convenio de extradición entre Venezuela y Argentina.
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