Todas las vidas
Herbert von Karajan murió ayer al mediodía en su casa de Anif, en Salzburgo, la ciudad que lo vio nacer hace 81 años y a pocos días del comienzo del Festival de Salzburgo, del que durante años fue director artístico. Su muerte pone fin a un complicado estado de salud que arrastró en los últimos dos años. En las presentaciones recientes del director se veía demacrado, extremadamente delgado y necesitaba ayuda para caminar.Termina medio siglo de la carrera prodigiosa de un hombre conflictivo, que le dio el carácter y el nombre a la Orquesta Filarmónica de Berlín y a los Festivales de Salzburgo. Karajan fue el hombre que convirtió al mundo en un gigantesco carrusel musical, que él operaba, y cuyos ejes eran Viena y Berlín. Su carrera jamás se estancó a pesar de haber tenido prohibición de dirigir en Austria y Alemania entre 1945 y 1948, a pesar de los numerosos conflictos y roces con las diversas orquestas de las que estuvo a cargo y también a pesar de las críticas por su forma dictatorial de trabajar. Las discusiones, que eran aireadas y públicas, terminaban por lo general en abrazos y reverencias de amigos y enemigos cuando era aplaudido por su audiencia al final de la presentación.
Karajan nació en 1908, hijo de un médico de la ciudad de Mozart. También, como el músico, a los cuatro años tocó por primera vez, el piano, recibiendo lecciones privadas en su casa. En1929 terminó el curso de director de orquesta y ese mismo año debutó como director de la orquesta Mozarteum. En 1939 Karajan vive su gran éxito cuando sólo tenía 30 años. Era el comienzo del milagro Karajan y también el principio de una controversia que lo acompañó toda su vida. Entonces, en la época del III Reich, el director se hizo miembro del Partido Nacionalsocialista, acción que justificó años después diciendo que "habría paga do cualquier precio por ser director de música". Después de la guerra, en 1945, tuvo prohibición de aparecer en el escenario. En 1948 se levantó la prohibición y Karajan reapareció en Viena dirigiendo por primera vez la Orquesta Filarmónica de esa ciudad. En 1954 sucedió a Wilhelm Furtwängler en la dirección de la Orquesta Filarmónica de Berlín, que dejó a principios de este año. En 1956 es nombrado director de la ópera de Viena, cargo que desempeñó hasta 1964.
Herbert von Karajan tuvo la habilidad de vivir varias vidas en una sola. A su dedicación temprana a la música y al desarrollo de su talento como director de orquesta se sumaron su gran capacidad de organizador y su visión de hombre de negocios, además de una enorme pasión por los placeres mundanos, los deportes de riesgo y la velocidad. La condición, siempre, fue que todo estuviera bajo su total control. El gran director creó un imperio con la fina punta de su batuta. Creó Telemondial, su propia empresa de producciones cinematográficas y videográficas musicales. Su dominio en el mundo del disco clásico se expresa, por ejemplo, en su participación de la poderosa empresa discográfica Deutsche Gramophon. Desde 1937 a 1988 se han vendido más de 110 millones de discos y casetes grabados bajo la dirección del maestro salzburgués.
Las nuevas tecnologías siempre le fascinaron, pilotaba su propio avión privado, una flota de lujosos automóviles, y consiguió su licencia para pilotar helicópteros a los 75 años. "Sientes el ritmo del motor y el del viaje", decía. "Lo mismo sucede con la música, el ritmo lo es todo. Es lo que yo procuro atrapar".
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