Tradición romántica
Hemos perdido en la cultura occidental un representante de la tradición. Pero un representante de lo que yo entiendo por auténtica tradición, es decir, poner ésta al servicio de la cultura de nuestro tiempo. Karajan era un músico formado en la tradición romántica y post romántica centroeuropea, donde supo encontrar el mejor campo para exponer las enormes virtudes de su capacidad interpretativa musical. Pero no solamente se limitó a hacer la música de un determinado período de nuestra historia de una manera extraordinaria, sino que continuamente buscó la fórmula para renovar tanto la interpretación de ese repertorio como su continuidad hasta nuestros días.Si tuviese que destacar lo que de von Karajan nos queda entre lo mucho que dejó grabado en disco, yo resaltaría las extraordinarias versiones que realizó al frente de su orquesta de la llamada Escuela de Viena. Su Schoenberg, su Berg y su Webern pasarán a la historia como algo extraordinario.
El permanecer tantos años al frente de su orquesta hizo que ésta llegase a metas altísimas pero también que el repertorio que ofrecía estuviese continuamente renovado por nuevos títulos. Esta forma de entender el ser director está desgraciadamente en desuso y puede ser peligroso para la buena evolución del arte de nuestro tiempo.
