Comités anti-SIDA denuncian retrasos en la liberación de los presos enfermos
La burocracia y la falta de sensibilidad de los responsables de las instituciones penitenciarias impiden que muchos de los presos enfermos de SIDA puedan morir dignamente, según denunciaron los asistentes a las jornadas sobre SIDA y participación ciudadana organizadas el pasado fin de semana por la Federación de Asociaciones Anti-SIDA en Barcelona.
Los participantes, que representaban a 20 comités anti-SIDA de toda España, denunciaron retrasos en la concesión de libertad a La tramitación de la libertad se prolonga durante meses, de forma que la mayoría de los presos desahuciados abandona la cárcel muy poco antes de morir, con el agravante de que, como no existe un programa de ayuda social, muchos de ellos consiguen la libertad pero no tienen dónde ir a morir. Según un estudio que se expuso en las jornadas, de los 31.000 reclusos que hay en las distintas cárceles, 14.000 cumplen prisión preventiva.Alto riesgo
"No existen datos sobre el número de presos infectados por el virus. La Dirección General de Instituciones Penitenciarias está elaborando ahora un estudio sobre esta cuestión. Pero el porcentaje es muy elevado y no existe un tratamiento adecuado para preservar la salud de estos presos", afirma Raúl Atzarini coordinador de la Comisión Ciudadana Anti-SIDA de Cataluña. Estos presos tienen muchas más posibilidades de desarrollar el SIDA que cualquier otro portador, puesto que el contacto repetido con el virus es una de las causas que desencadena la enfermedad.
Los comités anti-SIDA criticaron asi mismo la falta de preparación del personal sanitario para abordar los problemas que presentan las personas portadoras del virus. En !a mayor parte de los hospitales españoles los portadores de antícuerpos o no reciben información sobre las consecuencias de su estado y las medidas que deben adoptar, o la que reciben es inadecuada. Los comités anti-SIDA se mostraron especialmente preocupados por el rechazo que se produce en departamentos que no tratan habitualmente con enfermos del SIDA, a los que acuden a causa de la patología asociada a la enfermedad.
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