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Pekín se muestra impotente para capturar a los dirigentes estudiantiles y obreros

Los servicios de espionaje chinos están perdiendo la carrera para capturar a los 46 líderes estudiantiles y obreros e intelectuales sobre los que pesa una orden de busca y captura. Un funcionario de la Embajada de Australia en Pekín confirmé a este periódico que la dirigente estudiantil Chai Ling logró salir de China el pasado día 8 y ya se encuentra el Melbourne (Australia).

Hasta el momento, sólo cuatro de los buscados han caído en manos de la policía, y otros dos se han entregado voluntariamente para evitar penas mayores.

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Pistolas y palos contra la democracia.

A pesar de que el espionaje chino fue capaz de filmar a Wuerkaixi en un banquete mientras sus compañeros hacían huelga de hambre y ha mostrado la filmación por la televisión nacional para desprestigiarle, no ha podido evitar que el joven estudiante de la Universidad Normal de Pekín se haya escapado a Hong Kong. Perteneciente a la minoría turquestana, que vive en el extremo occidental de China, Weigur, Wuerkaixi fue uno de los principales dirigentes del movimiento estudiantil a favor de la democratización de China.

Las declaraciones realizadas en la colonia británica en contra del régimen y de la actuación del Ejército Popular de Liberación para aplastar la protesta le han cerrado definitivamente las puertas en la República Popular.

"La banda Deng-Li-Chang [el hombre fuerte de China, el primer ministro y el presidente de la República respectivamente] ha utilizado una política de exterminación para matar a todos los chinos con idea de democracia, libertad y justicia", reza el artículo escrito por Yan Jíaqi, a su llegada a Hong Kong la semana pasada. Yan, de 47 años, investigador del Instituto de Ciencias Políticas de la Academia de Ciencias Sociales de Pekín, es otro de los que ha logrado, junto con su esposa Gao Gao, burlar a la policía china.

Un funcionario australiano, que negó rotundamente que Chai Ling se refugiara en esa sede diplomática, indicó que el marido de ésta, Feng Congdi, de 22 años y otro de la lista negra, logró también llegar a Hong Kong, pero no supo decir si había viajado a Melburne.

Acostumbrados a una sociedad policial donde todos se acusan y vigilan entre sí, los jóvenes chinos comentan con una cierta sonrisa las fugas actuales. Los que tienen acceso a los periódicos de Hong Kong aguardan atentos la llegada de éstos para leerlos antes de que los compren los extranjeros y enterarse de quién es el nuevo que ha logrado cruzar la frontera.

Algunos periódicos de la colonia han asegurado que Wan Dan, uno de los más influyentes líderes estudiantiles, se encuentra ya en Occidente; sin embargo no existen pruebas de ello. Según éstos, se ha formado en China una red clandestina de tráfico de buscados, que está operando con notable éxito, en la que colaboran hongkoneses con dinero y agentes.

Fuentes diplomáticas conceden una "gran relevancia" a la formación de esa red que, en cierto modo, podría parecerse a las utilizadas por el Partido Comunista Chino en su lucha contra el régimen nacionalista, de Chiang Kaichek, y a la guerrilla que recibió buena parte de su inspiración de Mao Zedong.

El científico Wan Runman, de 42 años, que junto con otros compañeros abrió en Pekín una empresa de alta tecnología, es otro de los que logró fugarse.

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