Gorbachov rompe en Bonn una lanza a favor de los estudiantes chinos

El presidente soviético, Mijail Gorbachov, lamentó ayer la represión ejercida por las autoridades chinas contra el movimiento estudiantes y aseguró que los estudiantes de Pekín, de quienes recibió cartas, no eran contrarrevolucionarios. Gorbachov indicó que durante su reciente visita a China, cuando se iniciaba el movimiento juvenil, ya se declaró inequívocamente en favor del diálogo.

Sin embargo, Gorbarchov apeló a la cautela y dijo que "ante la gravísima situación creada, que puede hacer inmenso daño al proceso de saneamiento internacional", es necesario "un máximo sentido de responsabilidad".El líder soviético aseguró que no podía sospechar que los estudiantes que me escribieron pudieran tener intenciones maliciosas. Por desgracia no sabemos aún todo lo que sucedió". En este sentido, Gorbachov criticó implicítamente la falta de información sobre la situación real por parte de las autoridades chinas. "Ni el Gobierno de la RFA ni nosotros disponemos aún de información suficiente en cuestiones de tan extrema gravedad y no podemos depender de rumores o informaciones parciales".

El líder de la URSS hizo estas declaraciones en la conferencia de prensa con la que inició ayer la cuarta y última jornada de su vista oficial a la RFA. Gorbachov llegó por la noche a Moscú tras visitar las ciudades de Dortmund y Dusseldorf, en las que fue recibido con igual intensidad y calor popular como en los demás puntos de su gira alemana.

El presidente soviético subrayó sin embargo que la situación interna de la URSS es muy diferente. "Nosotros estamos cada vez más seguros", dijo refiriéndose a la dirección reformista de la Unión Soviética. "Aún tendremos con seguridad muchas situaciones difíciles y dolorosas por delante. Pero estamos decididos y nuestra política es irreversible".

El líder soviético se mostró extremadamente crítico con el reciente documento de la OTAN surgido en la cumbre de Bruselas a instancias del presidente norteamericano, George Bush. Para Gorbachov el documento de la OTAN si bien tiene "bastantes elementos válidos y positivos", rezuma "el viejo lenguaje de la guerra fría". Gorbachov había sido mucho más moderado en su juicio sobre la propuesta atlantista en el discurso que pronunció en una cena de gala en la primera jornada de su visita.

Gorbachov criticó los condicionantes de la OTAN a la negociación sobre misiles nucleares de corto alcance y entre ellos los rápidos logros en la negociación sobre armamento convencional de Viena. Gorbachov se manifestó en la RFA optimista respecto a una pronta conclusión efectiva de esta negociación en la capital austríaca, pero insistió en la necesidad de abrir de inmediato negociaciones para la reducción de misiles de corto alcance, con vistas a la eliminación total de la reducción en el camino hacia una Europa desnuclearizada.

Gorbachov consideró de enorme importancia el diálogo mantenido con el Gobierno federal alemán. Calificó de "documento único" la declaración conjunta firmada por él y el canciller alemán Helmut Kohl, que, según dijo, abre un nuevo capítulo en las relaciones entre "estos dos grandes Estados del continente". Gorbachov apaciguó a aquellos en el Este y el Oeste que temen que el acercamiento entre Moscú y Bonn pueda ir en detrimento de los compromisos de estos dos países con sus aliados.

Gorbachov tuvo que referirse ayer al muro de Berlín que no había mencionado durante toda su visita. Calificó de nada serio el intento de presentar al muro de Berlín como el único obstáculo para una casa común europea. "Hay que solucionar aún muchas cuestiones respetando los intereses de todos y en el marco de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa. La RDA decidió libre y soberanamente la construcción y este muro caerá cuando las circunstancias que provocaron su existencia hayan desaparecido".