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Japón, principal aliado comercial de China, retira los primeros créditos

La situación económica empieza a acusar los efectos de la última revuelta

El caos vivido estos días en Pekín ha tenido una inmediata consecuencia en los inversores extranjeros en China. De Japón, el principal socio comercial, vino la primera señal con la cancelación, el martes pasado, de dos créditos por un valor de 145 millones de dólares. Industriales y financieros coinciden en que sean cuales sean las orientaciones de los nuevos gobernantes, y aunque llegue la bonanza de inmediato, "la menor consecuencia de lo ocurrido será un frenazo de dos años al proceso de modernización de China".

Sin embargo, todos guardan un toque de optimismo y aseguran que la reforma económica emprendida hace 10 años por Deng Xiaoping "es irreversible" y, aunque más lenta, continuará adelante. "El gigante ya se ha despertado y ahora no existe quien lo duerma", afirma Manuel Alvarez de Toledo, director del Banco Santander en Hong Kong."Hemos de ser prudentes sobre la concesión de nuevos créditos", dijo Kuniji Miyazaki, presidente de la federación de las asociaciones de banqueros de Japón, al anunciar la congelación de los dos préstamos. Pero Miyazaky fue también contundente a la hora de oponerse a la suspensión de los créditos ya concedidos.

El viernes se anunció la suspensión de las conversaciones para la concesión a China de un crédito por 40 millones de dólares para financiar la construcción de un estadio para los Juegos Asiáticos que deberán celebrarse en Pekín en 1990. La decisión del banco japonés ha ensombrecido también las posibilidades de realización de este importante evento deportivo.

Proyectos congelados

Johnny Law Wing-hung, presidente del holding Tomei Industrial, anunció el martes que ha congelado todo proyecto de expansión en China durante dos años. Wing-hung como otros grandes inversores en ese país había criticado ya la inseguridad que en estos últimos meses vivía China en el terreno económico, causado por no saber cómo atajar el problema de la inflación. Según el Gobierno, ésta se situó el año pasado en un 17% pero en medios financieros se considera que rondó el 40%.Los precios de los bonos de la deuda china han sufrido una considerable caída y los expertos en banca se sienten indecisos sobre la suerte de nuevas emisiones. Un funcionario de Guangdong International Trust and Investment Corp. señaló el miércoles que se estaba considerando la búsqueda de un "mejor momento" para hacer la emisión, prevista para ahora, de 15.000 millones de yenes.

A pesar de que la deuda exterior china sólo alcanza los 37.000 millones de dólares, la Standard and Poor's Asia Inc. advirtió ayer contra la posibilidad de que China no pueda cubrir sus obligaciones crediticias. Según un informe elaborado por esa compañía, la capacidad de Pekín para hacer frente al servicio de la deuda externa "es buena, pero vulnerable a los malos acontecimientos".

"Las inversiones realizadas para continuar el desarrollo pueden verse afectadas seriamante por los acontecimientos de los últimos días", según el informe.

Sólo en la provincia de Guangdong, las inversiones extranjeras, principalmente de Hong Kong, de los últimos años han ascendido a 8.000 millones de dólares y han dado origen a una gran industria manufacturera. Se considera que esta zona "tiene menos riesgos" que el resto, por su posición de puente entre Hong Kong y China.

De hecho, en Cantón, capital de la provincia, no ha habido grandes manifestaciones de apoyo a los estudiantes de Pekín, ni enfrentamientos con la policía. Los industriales aseguran que trabajan con un margen menor que en otros países y que cualquier inestabilidad prolongada les llevaría a la quiebra.

Para Yoshikazu Ito, el mayor fabricante de fibras sintéticas de Japón, el asalto de Tiananmen "ha sido un triste accidente, y más aún por haber sucedido durante el proceso de reforma de la economía". El industrial afirmó que ha suspendido "por el momento" su deseo de realizar una empresa mixta en China.

Tras los enormes esfuerzos y problemas que afrontaron las primeras empresas mixtas de la industria turística o del sector manufacturero éstas habían comenzado ya a dar jugosos frutos. Ahora todos ven las orejas al lobo, especialmente si la crisis continúa.

Los expertos coinciden en que algunos sectores -entre los que destaca el turístico-, en los que la presencia extranjera es muy fuerte, pueden verse seriamente dañados por los acontecimientos.

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