Nuevas clases para los sociólogos
La diferenciación en grupos es ya un hecho en el Congreso, pero nadie quiere ponerles etiquetas políticas, por eso los servicios sociológicos del Parlamento los han bautizado de forma sui géneris: "Grupo con las expectativas más radicales y el menor grado de satisfacción" (entre el 25% y el 30%), "grupo con posiciones equilibradas" (entre el 40% y el 55'/J y "grupo con las expectativas comparativamente más moderadas y las posiciones más precavidas que muestra el mayor grado de satisfacción" (del 15% al 20%). La "mayoría agresiva y obediente" a la que se refirió el historiador Yuxi Afanasiev estaría formada así por el segundo y el tercer grupo. La diferenciación separa a personajes como Roy Medvedev y Ytiri Afanasiev y produce situaciones sin precedentes, como la crítica de Medvedev a Afanasiev publicada en la primera página de Pravda.Mientras se toma un zumo en el bufé del Palacio de Congresos, Medvedev explica tranquilamente que Pravda publicó el contenido de una conversación privada. "Si me hubieran preguntado directamente", dice el historiador para asombro de sus interlocutores, "le hubiera criticado todavía más".
En los pasillos del Kremlin, durante los descansos, los diputados pasean o conversan.
Al grupo de secretarios de partido regionales rusos se les distingue por sus cuerpos macizos bien enfundados en sofocantes trajes grises o beis. Los miembros del Politburó, como los invitados, están en una tribuna especial y se codean poco con el resto de los diputados durante los descansos, aunque de cuando en cuando aparecen en los espacios comunes y son asediados por la Prensa, que por primera vez tuvo ocasión de preguntarle al jefe del Comité de Seguridad del Estado, Vladimir Kriushkov, qué pensaba sobre la subordinación parlamentaria de su institución. Kriushkov dijo que aceptaba las decisiones del Congreso y se mostró favorable a un Comité de Inteligencia al estilo del FBI norteamericano. El KGB apoya activamente la perestroika, según dijo. Por supuesto que ninguno de los altos dirigentes comunistas, como Anatoli Lukianov o Lev Zaikov, se declara favorable a la revisión del artículo de la Constitución que asegura el papel dirigente del partido comunista.
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