Buena acogida soviética al plan de EE UU
La Unión Soviética calificó ayer de "paso serio e importante en la buena dirección" el impulso dado por el presidente de EE UU, George Bush, a las negociaciones de desarme convencional de Viena con su propuesta de reducir en un 20% las tropas norteamericanas en Europa e incluir las fuerzas aéreas en las conversaciones. Edvard Shevardnadze señaló que la URSS está preparada para discutir en Viena "todas las categorías de armas".
Shevardnadze llegó ayer a París para participar en la Conferencia sobre la Dimensión Humana, parte la Conferencia sobre la Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE). El ministro de Asuntos Exteriores soviético dijo que Moscú acepta hablar en Viena de todo tipo de armas como única forma de conseguir un entendimiento recíproco".La reunión de París, en la que intervino Shevardnadze, es la primera asamblea internacional de seguimiento de los acuerdos alcanzados en la CSCE, que se clausuró en enero en Viena. Durante un mes, todos los países europeos, excepto Albania, más EE UU y Canadá, harán un balance de la aplicación de los derechos humanos de acuerdo con el mecanismo de verificación acordado en la CSCE.
Más de un tercio del discurso del ministro de Exteriores soviético estuvo dedicado al desarme, al relacionar directamente la seguridad individual y colectiva con la dimensión humana objeto de la conferencia. En relación al desarme convencional, señaló que "es preciso debatir las doctrinas y comparar la composición y el emplazamiento de las fuerzas armadas". Para contrarrestar la recuperación de la iniciativa por parte norteamericana, subrayó que la oferta de Bush se inscribe en la lógica de las decisiones tomadas últimamente por la Unión Soviética.
Misiles de corto alcance
Shevardnadze destacó, sin embargo, que las negociaciones deben incluir "todas" las armas. En este sentido, recordó la paralizada negociación sobre la reducción del 50% de los arsenales estratégicos y el aplazado "problema de los armamentos navales en Europa". Criticó la negativa a negociar la reducción o eliminación de los misiles de corto alcance en Europa, elogió a los países que, "sin disponer de ellos, los han aceptado en su territorio" y favorecen su retirada, y censuró la reactivación de la carrera de armamentos, "respondiendo a una modernización con otra modernización".
En el terreno concreto de los derechos humanos, Shevardnadze afirmó que la elección del nuevo Parlamento soviético "es una prueba de la irreversibilidad" de la perestroika. Después de anunciar que la nueva Cámara prepara proyectos sobre libertad de conciencia, de prensa y de movimientos de los ciudadanos, proclamó que era la primera vez que un ministro de Asuntos Exteriores soviético intervenía en un foro internacional con un discurso basado en las aportaciones de un Parlamento. Moscú eliminará sus reservas a numerosos documentos sobre los derechos humanos y se adherirá al protocolo de los derechos civiles.
El presidente francés, François Mitterrand, hizo en su intervención un llamamiento para "pedir cuentas a la retórica" y para que la conferencia haga un balance concreto de los derechos humanos. Deseó que el campo se amplíe a los peligros derivados de los progresos de la informática o de la genética y propuso la ampliación a toda Europa de un tribunal supranacional de vigilancia de los derechos humanos como el de Estrasburgo. Esta misma propuesta figuró en el discurso que, en nombre de la CE, leyó el ministro español de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, quien citó la intervención española, durante la presidencia comunitaria, ante los países que no respetan los derechos humanos. Fernández Ordóñez calificó de "grave" la "actitud hostil" de un solo país, Rumanía -al que no citó expresamente- que no acepta el mecanismo aprobado en Viena por el que cada país puede pedir información a otro.
