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"Se rompió el contacto"

Pilar Bonet

P. B., "Se rompió el contacto". Ésta fue la única frase pronunciada por Gorbachov para explicar un tema que escandalizaba a buena parte del Congreso de los Diputados; a saber, que las listas entregadas a última hora de la noche del viernes a votación para formar el Soviet Supremo no contenían los nombres de los candidatos que habían ido surgiendo en los debates.

"No se trata de una cuestión de procedimiento, sino de las bases del sistema democrático", había dicho un secretario de partido de una fábrica de la región de Dombas, que acusaba a Vorotnkiov de "ineptitud profesional". "Dos días seguidos se violó el reglamento", decía el diputado Karasiov, quien explicaba cómo los diputados, agotados por las cuatro horas que les habían hecho esperar para entregarles las papeletas, las echaban directamente en las urnas sin tocarlas. "No elegimos la presidencia para que sirviera de adorno, sino para que se responsabilice del trabajo", dijo el diputado refiriéndose a la lista de dirigentes, entre ellos Gorbachov, Vorotnikov y Lukianov, que dirigían la sesión. Gorbachov se vio obligado a pedir perdón por la demora de las listas electorales.

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Cuatro regiones autónomas de Rusia habían sido ignoradas a la hora de seleccionar candidatos para el Soviet Supremo. Uno de ellos, de nombre Chemadanov -un término que puede traducirse por "con la maleta"-, fue el centro de un acalorado y a veces irónico debate, ya que se había presentado como candidato por la región autónoma de Mar¡, al norte de Rusia, y luego su nombre había sido sustituido por otro en la lista. Ésta tampoco recogía al obrero Nikolai Travkin, propuesto ante el Congreso por el compositor Chedrin. Todas estas maniobras destinadas a allanar el camino a los funcionarios locales no lograron hacer pasar a tres conservadores secretarios de las regiones rusas de Kuibishev, Ulianov y Volvogrado, que eran tres de los cuatro nombres de más en la lista de candidatos al Soviet de la Unión de la República rusa.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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