_
_
_
_

La memoria como provocación

No hay duda de que el Ebro de Bohigas va a levantar más de una ampolla. Desde el Ayuntamiento de Barcelona a Ricardo Bofill, pasando por la política cultural en Cataluña, todo queda reflejado y no en términos precisamente dulces. Bohigas declara en su libro estar en las antípodas de la arquitectura de Bofill, por razones de gusto, de cultura, políticas y morales. Aunque no le niega ciertos méritos, dice de él: "Estoy seguro de que, a pesar del error del camino escogido, es un arquitecto de mucha capacidad de sugerencia formal que, si tuviera un poco de apoyo teórico culturalmente más consistente, habría participado en el planteamiento de la reconstrucción de la ciudad europea. No ha participado porque no ha podido aclarar una confusión fundamental: forma de ciudad y forma de edificio".Del Ayuntamiento de Barcelona, Bohigas dice que vive una crisis de desorden: "Desde las últimas elecciones municipales, me parece que el Ayuntamiento de Barcelona ha sido un desorden. Todo ha de cambiar, pero nada acaba de cambiar".

Más información
Oriol Bohigas: "No soy un déspota ilustrado"

Bohigas reflexiona sobre las polémicas declaraciones de Mariscal y la reacción hostil de Convergéncia y de muchos catalanistas. "Estoy seguro que algunas oposiciones a la mascota de Mariscal no son tan exclusivamente políticas o -con perdón de la expresión- patrióticas. Hay también un temor a la radicalidad anticonvencional que, adecuadamente, se le supone ( ... ). Y añade más adelante: "Cada vez parece más evidente que la mayor diferencia entre los dos partidos que luchan por la hegemonía en Cataluña es preciso hallarla en la actitud cultural ( ... ) ya que en muchos otros temas -los económicos, sobre todo- los dos se sitúan a poca distancia de lo que llamamos centrismo político".

"Cada vez parece más evidente que el conservadurismo cultural tiene, alguna estructura profunda que lo relaciona con cierto nacionalismo ( ... )", afirma Bohigas. "El nacionalismo tiene siempre una mácula anticultural, es decir, una tendencia contra la cultura entendida en términos de progresión social e intelectual".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_