El epigrama pícaro en la crónica taúrina
Actualmente, el epigrama (composición poética y breve) no se emplea en el periodismo taurino, pero su profusión y acierto a lo largo del siglo pasado hicieron que el epigrama taurino fuese arma de críticos, bisturí de literatos e ingeniosos y refocilo y regocijo de aficionados.La picardía sexual en el epigrama taurino, valiéndose de terminología taurina, adquiere una dimensión verdaderamente picante en la pluma de revisteros que añadían, de esta forma, una gracia especial a sus crónicas y reseñas. He aquí cómo los cuernos humanos y la cornamenta animal se dan la mano en un anónimo publicado en El Chiquero en 1887:
"En nuestra plaza de torosy desde el palco cuarenta,/ admiró la cornamenta de un Miura Juan Amores, y su esposa (esto es notorio) / le dijo con mucho mimo: / cuernos como ésos mi primo / te ha puesto en el dormitorio".
Con mayor atrevimiento, también en boca femenina, acaba en una queja o pequeflo lamento la insuficiencia del marido en materia sexual:
"Dije al ver que un toro huido / cejaba al sentirse herido: -Llega bien, mas no remata; y por lo bajo una chata / afladié: -¡Así es mi marido!".
Todo lo contrario nos cuenta el serio y taurinísírno periodista Mariano del Todo y Herrero en La Lidia en 1887:
"Una moza de salero / que en un tendido se hallaba / así a una amiga le hablaba / de cierto banderillero: / -Es un chicoregular, / y en la brega fuerte yduro, / cuando él entra es par seguro; / nunca deja medio par".
Aún más atrevido y con términos netamente taurinos se encuentra este otro:
"Escuchando a su marido discurrir con gran vehemencia respecto a la inteligencia / de un matador conocido, una hembra joven y guapa dijo: -Viéndole en la suerte,/ que es entendido se advierte, / porque 'se aprieta y empapa"-
No menos gracia tiene otro epigrama que refiere las consecuencias tras la consumación de un matrimonio:
"Por trastear a una vaca, se vio apurado Pepillo, / y pasé la pena negra... / Y por trastear a Paca, / hoy gime Lucas CastiRo / bajo el poder de una suegra... / Lector, en el trasteo/ sale siempre perdiendo el sexo feo".
Ya para rematar la faena, puesto que con los ejemplos cítados nos encontramos aludídas diversas fases de la lidia..., ¡va por ustedes la estocada!, que no tiene desperdicio y que se publicó en El Toreo Chico en 1902:
"Yo comprendo muy bien -me dijo Asunta- / que cuando el bicho las dos piernas junta, / si el espada no da el golpe certero, / y carece de práctica y salero... / no le puede meter más que la punta".
El sexo, el engaño y el amor son una trilogía temática importante que ha estado unida casi siempre al mundo de los toros en todos los géneros literaríos y que, como podemos comprobar, en el epigrama taurino aflora con una frescura popular tremenda.
Luis Nieto es escritor y periodista
Babelia
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