Tesoros para el asombro
A través de los objetos que componen la exposición Los tracios, ya que no dejaron testimonios literarios, se van descubriendo las características de este pueblo con fama de guerrero -para algunos estudiosos Espartaco era de origen tracio-, situado entre Europa y Oriente, cuyo nombre aparece por primera vez en la Iliada de Homero; "el pueblo más numeroso del mundo después de los hindúes", según Herodoto.Los objetos expuestos ofrecen al visitante información sobre las clases sociales, los ritos funerarios y la vida de los aristócratas. Los tesoros tracios se pueden agrupar en juegos de recipientes, útiles de carácter religioso, los adornos y joyas (collares, brazaletes, pendientes, pulseras) y los apliques de bridas y guarniciones de caballos.
La cultura y el arte de los tracios, desde que se montó en 1972 en Sofía la primera exposición, han provocado un gran interés en las ciudades de Europa y América donde se han ido conociendo, con los nombres de El arte de los tracios, El oro de los tracios o Tesoros de las tierras búlgaras. Con este último título se presentó una muestra en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, en junio y julio de 1988, con algunas piezas que también figuran en Venecia.