Borrar estructuras pasadas

Por la Ley de 1986, la Administración central procedió a la reforma de las bases de las cámaras agrarias eliminando toda función económica y limitando su papel a una entidad de servicios cuando lo reclamase la Administración. El Gobierno argumentó que el objetivo era lograr la libertad sindical en el campo y borrar todo rastro de la estructura del pasado.Mientras se hacía esto con las cámaras agrarias, las cofradías, también corporaciones de derecho público, siguieron compaginando los fines de servicios y los económicos, especialmente las lonjas, en medio de la protesta de sindicatos progresistas que demandaban participación en sus órganos. Frente al silencio de Agricultura para acometer una reforma de las Cofradías, ha sido la Junta de Andalucía, con competencias exclusivas en materia pesquera, quien ha tomado la iniciativa, al parecer tras muchos intentos ante la Administración central para que se buscase una línea de futuro. La iniciativa del consejero de Agricultura andaluz, Miguel Manaute, ha recibido la respuesta del gobierno, aunque con división de opiniones entre los ministros, con el requerimiento de incompetencia por estimar que la Junta no tiene facultades para modificar la filosofía de base de una corporación de derecho público. El contencioso puede acabar en el Tribunal Constitucional por un problema de competencias. Miguel Manaute entiende que no se ha modificado la esencia de la estructura de estas corporaciones de forma gratuita, sino que simplemente se han limitado a seguir la filosofia del gobierno.

Lo que muchos no entienden, Miguel Manaute tampoco, es por qué hay unas corporaciones de derecho público sin competencias económicas con la aprobación del gobierno central mientras otras no sólo las ejercen sino que además el gobierno vela para que no les sean modificadas.