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Multa de cuatro millones por fraude a los fabricantes de leche Osca y El Prado

El Consejo de Ministros sancionó ayer con cuatro millones de pesetas a los fabricantes de leche Osca, de Huesca, y El Prado, de la Comunidad Valenciana, por manipulaciones fraudulentas de la leche líquida a base de su mezcla con lactosuero, producto que se obtiene a partir del queso. Por otra parte, EL PAÍS ha podido saber que los análisis realizados en el Centro de Investigación y Control de Calidad de Barajas (Madrid), dependiente del Instituto Nacional del Consumo (INC), han descubierto lactosueros en algunas leches líquidas de otras nueve marcas, entre ellas Clesa, Frixia y Ram.

Un portavoz del INC afirmó ayer que la adición de lactosueros, que en principio no produce efectos perjudiciales para la salud, no se da en estos momentos, según los controles que el INC ha seguido realizando. "Todas las actuaciones sobre este tema las hemos remitido al Ministerio de Agricultura", dijo esta fuente, que precisó que el INC no sanciona, sólo hace análisis de mercado y legisla.La Dirección General de Política Alimentaria, del Ministerio de Agricultura, que es quien abre los expedientes y decide las posibles sanciones, no respondió ayer a los repetidos intentos de este periódico para obtener una mayor información. La oficina de prensa del ministerio fue informada por EL PAÍS del contenido de los análisis de Sanidad.

Las marcas de leche en las que se descubrió la presencia de lactosueros, a tenor de los análisis del centro de Barajas, son: Clesa, de Burgos, la segunda de España en facturación, con 29.400 millones de pesetas y propiedad de la familia de Arturo Gil, vicepresidente de la CEOE (20% de lactosueros en leche UHT, muestra del 16 de diciembre de 1988); Frixia, empresa familiar gallega de tamaño mediano (11% en leche esterilizada, 1 de febrero de 1989); Ram, del grupo público Lesa, primera en facturación, con 32.200 millones anuales, antes del INI y ahora de Tabacalera (5,6% en leche UHT, 23 de enero de 1989, y 8% en leche esterilizada, 1 de febrero).

Otras leches implicadas son: Lati y Superlat, segundas marcas del grupo Celbasa-Ato, propiedad de la familia Balcells (Celbasa es la cuarta en facturación, con 21.000 millones, y fabrica también las marcas Ato, Collantes y Lagisa, entre otras); Frías, empresa burgalesa de pequeñas dimensiones (25%. de lactosueros en leche UHT, muestra del 30 de diciembre de 1988); Peisa (9,5% en leche UHT, 21 de enero de 1989); Cremel (7,3% en leche UHT, 4 de febrero de 1989), y Albor 2000 (9,2% en leche UHT, 25 de febrero de 1989).

De las dos marcas sancionadas ayer, la empresa propietaria de la leche El Prado, de ámbito valenciano, factura anualmente entre 500 y 1.000 millones de pesetas, y sus importaciones de leche líquida y nata en 1988 ascendieron a 52 millones de pesetas. A la hora de cerrar esta edición ningún representante de esta empresa respondió a las llamadas efectuadas por este periódico.

En cuanto a la marca Osca, de Huesca, es una cooperativa presidida por José Monforte. "El 60% de la leche que compramos procede de otras regiones", dijo éste. Monforte negó que ellos añadieran a la leche ninguna sustancia. Osca vende 60.000 litros diarios de leche.

Ayer no fue posible el contacto con las empresas Frixia y Ram. Una portavoz de Clesa remitió a Miguel Ángel Vázquez de Prada, secretario general de la Federación de Industrias Lácteas, que dijo a EL PAÍS que desconocía la existencia de esos resultados de laboratorio, y que, en tanto hubiera un proceso de sanción, le parecía "muy grave" su publicación por el daño que podía hacer a un sector que "lucha por mejorarse en todos los niveles".

Las muestras analizadas por el centro de Barajas fueron recogidas por inspectores de consumo de distintas comunidades autónomas y por el propio INC. El informe del laboratorio precisa que se utilizaron tres métodos de análisis: el primero, oficial en la CE, elaborado para detectar el lactosuero en la leche en polvo y que puede dar falsos positivos, y otros dos más precisos, todavía sin publicar, que ya han sido presentados al grupo de expertos en productos lácteos de la Comunidad Europea. El INC propuso hace meses un cambio del decreto que regula esta cuestión para que se admitan los análisis hechos con procedimientos analíticos oficiales "o aquellos que la comunidad científica considere válidos".

Sanidad y Consumo abrió una investigación a raíz de la denuncia del senador por Segovia y ganadero José María Herrero, en noviembre pasado, de que algunos productores estaban mezclando la leche con lactosueros, lo que explicaría que algunas marcas hubieran alcanzado un precio anormalmente bajo.

El servicio de lucha contra el fraude de Agricultura ya había iniciado en septiembre expedientes a 16 empresas. Entre noviembre de 1988 y marzo de este año, las importaciones de lactosuero, que habían llegado a las 25.000 toneladas en 1987, nivel muy superior al de otros países europeos, han decrecido un 25%.

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