Una firma de EE UU construirá en Tarragona el segundo parque de atracciones de Europa

El municipio de Vila-Seca i Salou (Tarragona) alojará en 1992 el segundo mayor parque de atracciones de Europa, que será construido por la multinacional estadounidense Anheuser Busch, la única empresa que se ha presentado para la adjudicación del proyecto en el concurso convocado por la Generalitat de Cataluña. Busch prevé una inversión de 33.400 millones de pesetas.

La Administración autonómica deberá invertir otros 4.000 millones en vías de acceso al parque. Este parque, cuya oferta sólo será superada en Europa por el que Disney construirá en París, ocupará 833 hectáreas, de las que 194 serán para el parque propiamente dicho y el resto para servicios complementarios, entre los que estarán incluidos un campo de golf y un hotel. El proyecto, de ser finalmente aprobado por la Generalitat, será realizado por Anheuser Busch, única licitadora en el concurso, cuyas plicas fueron abiertas ayer en presencia del conseller de Comercio y Turismo del Gobierno catalán, Lluís Alegre. Éste evitó entrar en la polémica suscitada sobre las posibles vinculaciones entre esta empresa estadounidense y el secretario de la Presidencia de la Generalitat, Lluís Prenafeta, según denunció el grupo socialista en un pleno del Parlament del pasado febrero.

Viajes a países exóticos

La multinacional Busch controla el 41% del mercado estadounidense de la cerveza, con una facturación de 1,2 billones de pesetas, y posee cuatro parques de atracciones en EE UU. La firma condiciona la viabilidad del futuro parque de Tarragona a que las administraciones central y autonómica asuman la construcción de los accesos y a que los terrenos estén a disposición de la empresa el 1 de octubre de este año. La Busch, que ya opera en España a través de la empresa alimentaria Bimbo, ha solicitado la expropiación forzosa de las 833 hectáreas y ha presupuestado para ello 2.500 millones (300 pesetas por metro cuadrado).Los accesos al parque supondrán para la Generalitat una inversión de unos 4.000 millones de pesetas, a los que se deberá sumar el coste del desdoblamiento de la carretera nacional 340, que correrá a cargo del MOPU. Estas últimas obras "no supondrán un coste adicional, porque el MOPU ya tenía previstas hacerlas", manifestó ayer Lluís Llubia, portavoz de Busch en España.

El visitante, a partir de un puerto artificial, podrá trasladarse hasta cuatro núcleos que reproducirán ambientes de México, Polinesia, China y el Oeste americano. Los promotores del parque, que permanecerá abierto 200 días al año, tienen previsto que sea visitado por tres millones de personas anualmente. La entrada costará unas 2.000 pesetas.