España opta por la "drástica" reducción de los misiles tácticos

La postura oficial española en la polémica sobre los misiles nucleares de corto alcance ha quedado concretada oficial y públicamente esta semana pasada a través de díferentes declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez. De acuerdo con sus palabras, el Gobierno español opta por una "drástica" reducción de esos misiles y, paralelamente, considera "inadecuada" su modernización. De esta forma, España se alinea con la República Federal de Alemania (RFA) y, por tanto, se opone a la posición expresada en los últimos meses, por EE U U y el Reino Unido.El propio Fernández Ordóñez y el titular de Defensa, Narcís Serra, habían comentado hasta ahora en varias ocasiones que España tendría muy en cuenta la postura al respecto del país más afectado, el germano occidental, ya que ese tipo de armas, con un alcance inferior a los 500 kilómetros, actúan fundamentalmente desde o sobre ese país. El Gobierno español ha insistido en que, por ese motivo, el análisis que hagan las autoridades germano occidentales sobre el problema debe ser el más tenido en cuenta en el seno de la OTAN.

Según fuentes oficiales españolas, el Ejecutivo mantendrá esa actitud en la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza, que se celebrará a finales de este mes en Bruselas. A la reunión asistirá el presidente del Gobierno, Felipe González.

Paralelamente, sin embargo, España no defiende la total eliminación de esos sistemas de armas, por entender que todavía son necesarios para mantener la doctrina aliada de la disuasión nuclear. Fernández Ordóñez ya ha declarado la semana pasada que España no apoya la denominada opción triple cero, consistente en la eliminación de esos misiles de corto alcance tesis que ya ha sido defendida recientemente por la URSS, y concretamente por el ministro adjunto de Asuntos Exteriores, Víctor Karpov.

Sistemas superados

Para las autoridades soviéticas, la eliminación de los misiles tácticos debe realizarse de forma paralela a las negociaciones que sobre armas convenciona les en Europa se desarrollan en Viena. España, también en con tra de EE UU y el Reino Unido apoya la apertura de negociaciones sobre esas armas para conseguir "una drástica reducción" de las mismas, pero no su eliminación. Actualmente, la Alianza Atlántica dispone de 88 lanzadores Lance de armas nu cleares de corto alcance, frente a los 1.365 que posee el Pacto de Varsovia.La OTAN considera que los Lance son ya sistemas superados, por lo que debe discutirse si conviene o no modernizarlos. España entiende que "no es adecuado" en este momento, en plenas negociaciones de desarme de otros sistemas, decidir la modernización de esos misiles. En todo caso, estima que ése es un problema que debiera abordarse después de la drástica reducción que propugna.

Expertos españoles estiman que los países aliados que defienden posiciones similares a la de España son Noruega, Grecia, Italia, Dinamarca y Bélgica, mientras Canadá, Holanda y Turquía se encuentran más próximos a las posturas del Reino Unido y EE UU. Por su parte, Francia nos se opone radicalmente a la apertura de negociaciones sobre misiles de corto alcance, con la condición de que sus propios sistemas de ese fipo no estén incluidos en las conversaciones.