El montaje de una obra inconclusa de Bernhard inaugura el certamen

Con una insípida aunque breve ceremonia inaugural en el Palau de Maricel, el pasado miércoles por la noche levantaba el telón esta 21º edición del festival de Sitges, que desde hace tres años, cuando Toni Cots se hizo cargo de la dirección, se denomina Sitges Teatre Internacional. Luego, bajo las viejas bóvedas del Prado, Teatreneu presentaba el primer espectáculo del certamen: Laforfa del costum (1974), de Thomas Bernhard, traducida por Feliu Formosa. Jordi Mesalles dirige este montaje, aún inconcluso por razones económicas.

De los tres actos de la obra, tan sólo se ofreció un fragmento del segundo y todo el primero, así en este orden, con una articulación dramatúrgica en absoluto gratuita, sino afortunadamente autónoma y coherente.La misma compañía explicaba así las razones de su frustrado estreno: "La causa por la que tan sólo podemos presentar una síntesis dramática del primer y segundo actos de esta obra están en las vicisitudes económicas por las que atraviesa Teatreneu, así como también por la incertidumbre provocada por el retraso con que se aprobó la programación del Sitges Teatre Internacional de este año y la confirmación deuna ayuda mínima por. parte de la Generalitat que hiciera factible afrontar la producción de esta obra".

A pesar de todo, el estreno de La forCa del costum fue una grata sorpresa, de una prometedora madurez y calidad dramatúrgica y actoral. Citando al director francés Jean Pierre Vincent, Mesalles, reconoce que "poner en escena un texto de Thomas Bernhard significa enfrentarse a un verdadero trabajo de investigación". En la escritura de Berrihard abunda el falso diálogo, los rompimientos temáticos, la prosodia apenas sugerida, las elipses y, en aparente paradoja, las- repeticiones obsesivas.

También actuó en esta primera jornada del Festival de Teatro de Sitges la actriz Marina Oroza, que presentó su monálogo-parábola Marea de lo seco y lo mojao.