El ejemplo de los cadetes

La noticia sobre la eliminación de una buena parte de la simbología franquista en la Academia General de Zaragoza ha trascendido justamente cuando los diputados de la Comisión de Defensa del Congreso debatían ayer el capítulo del proyecto de ley de la Función Militar dedicado a la reforma de la enseñanza militar. La academia, en la que ahora se están formando más de 400 jóvenes cadetes, es precisamente el principal centro de formación militar en España y durante las pasadas décadas ha sido también un lugar de fuerte presencia franquista, puesto que Franco fue su primer director.El centro fue creado en 1928 por el general Primo de Rivera. Como director, Franco se rodeó de profesores militares destinados hasta entonces en África y durante tres años formaron a unos oficiales con unos principios muy alejados del sistema democrático, por lo que el centro fue clausurado en 1931 por Manuel Azaña, entonces ministro de la Guerra. En aquella época, las calles del complejo académico se llamaban de Alfonso XIII y de la reina Victoria, mientras la plaza era la plaza del Rey.

Tras la guerra, Franco reabrió la academia. El culto al dictador fue la tónica en el espíritu de proferores de cadetes, hasta el punto de que en algunos textos -alguno editado incluso después de morir Franco- se le consideraba el más grande tratadista militar de la historia.

La llegada de la democracia no supuso variaciones en la simbología utilizada en el centro. Los desfiles de los cadetes en todo acto oficial siguieron realizándose hasta hace sólo dos semanas a lo largo de la avenida del Generalísimo, presidida ésta por la estatua ecuestre del dictador. El primer director que intentó modificar el sistema fue el general Luis Pinilla, nombrado en 1979, que permaneció tres años en el cargo.

En el centro ha pasado un año el príncipe Felipe, y es visitado continuamente por autoridades civiles y militares de diversos países. El propio presidente del Gobierno, Felipe González, y, por supuesto, el titular de Defensa, Narcís Serra, han estado la academia. Hasta hace dos semanas, sin embargo, no se decidió modificar los símbolos.

La Comisión de Defensa acordó ayer por unanimidad que la formación de los cadetes se efectúe "en los principios constitucionales", frase no incluida en el proyecto de ley del Gobierno.