El Gobierno colombiano declara la guerra a los grupos paramilitares

El Gobierno declaró el jueves la guerra a los grupos paramilitares que han sembrado el terror en Colombia. Mediante tres decretos de estado de sitio se pretende hacer frente a estos escuadrones de la muerte financiados por los jefes del narcotráfico. A partir del jueves, los grupos de autodefensa (de los que surgió la mayoría de las bandas paramilitares) perdieron su viso de legalidad.

El Gobierno derogó el decreto que autorizaba su creación. Además se suspendió el permiso civil para portar armas de uso privativo para las fuerzas militares. La lucha contra los grupos paramilitarismo será coordinada por una comisión integrada por los ministros de Gobierno, Justicia y Defensa, el jefe del Departamento Administrativo de Seguridad, el comandante de las fuerzas militares y el director nacional de la Policía. "Esta comisión presentará al Gobierno un plan integral contra los grupos terroristas. Será la responsable de ejecutar dicho plan y coordinar las acciones para combatirlos y erradicarlos, y capturar y poner en manos de la justicia a sus miembros, promotores y colaboradores, sean quienes fueren", señaló el presidente, Virgilio Barco, al anunciar las medidas.

Cuerpo especial armado

Para que esta lucha sea viable fue creado un cuerpo especial armado contra los escuadrones de la muerte, bandas de sicarios y grupos de autodefensa o de justicia privada. Este cuerpo superespecializado, que ya comenzó sus entrenamientos, está compuesto por los 1.000 mejores efectivos de la policía nacional.Los decretos, aunque fueron dados a conocer el pasado jueves, llevan fecha del 19 de abril, día en que el M-19 cumplió sus 15 años. En Bogotá esta fecha se celebró con la inauguración de una casa por la paz. El día anterior se habían reanudado las mesas de trabajo, espacio de diálogo entre el Gobierno, los partidos políticos y este grupo insurgente. Todos en la mesa de trabajo se mostraron complacidos por las medidas del Gobierno. "El presidente está dando muestras de querer jugárselas todas en el combate contra los grupos de sicarios. Es el principio para hallar los caminos para que los otros grupos alzados en armas entren a participar en el proceso de paz", aseguró René Ramos, uno de los portavoces del M-19.

Sin embargo, dos grandes golpes dados a las FARC esta semana por las fuerzas militares alejan cada día más la posibilidad de un acercamiento del Gobierno con este otros grupo insurgente, el más grande y antiguo del país. El martes pasado fue descubierto en Bogotá un taller donde se fabricaban cohetes antitanque, y el jueves los organismos de seguridad hallaron la central de inteligencia de este grupo guerrillero. Fue encontrado allí un fichero completo y exacto con nombres y direcciones de todos los oficiales del Ejército, la policía y cuerpos de seguridad del Estado. Se incautó además material de inteligencia sobre la Embajada de EE UU y sobre el Gabinete ministerial. Esta central estaba ubicada en un sector residencial de Bogotá.

El jueves, un tercer grupo, el ELM voló un campamento petrolero y secuestró a tres ingenieros, dos ellos brasileños.