Miles de chinos piden la rehabilitación de Hu Yaobang
Millares de personas, la mayoría de ellas estudiantes de las diversas universidades de Pekín, se manifestaron ayer en Tiananmen a favor de la democratización del régimen chino y la rehabilitación póstuma del ex secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh) Hu Yaobang. "Hemos venido por nuestra propia cuenta, porque queremos la democracia ... Hemos venido para homenajear a Hu Yaobang" gritó un joven profesor de la universidad de Pekín, la más elitista de China, desde lo alto del monumento a los Caídos, situado en el centro de esta gran plaza de la capital china.
Las palabras del profesor sólo llegaron a un grupo reducido de estudiantes que se apiñaba a su alrededor, pero la idea que expresaban era compartida por las decenas de miles de personas que llenaban la plaza y las calles adyacentes. Pancartas, banderas y enormes retratos del desaparecido líder Hu Yaobang acompañaban a los manifestantes.Por tercer día consecutivo, numerosos pequineses invadieron las calles de la capital, en recuerdo del fallecido ex secretario general del PCCh. Hu Yaobang, fue destituido de su cargo en enero de 1987, por haber apoyado las reivindicaciones estudiantiles que exigieron, durante el otoño de 1986, que el régimen, comprometido en las cuatro modernizaciones del país, se empeñara también en la quinta: la democracia. Hu cayó bajo la acusación de haber apoyado el "liberalismo burgués".
Pocas horas después del anuncio de la muerte de Hu, el sábado pasado, decenas de carteles empapelaron las diversas universidades de la capital china. En ellos se elogiaba al "reformador liberal" que ha sido Hu y se exigía al PCCh que reahabilite su nombre y reconozca sus contribuciones a la reforma. Las calles han sido progresivamente tomadas por una masa en duelo que grita: "Viva la democracia..., Diez mil años de vida a Hu".
Zhongnanhai
Hacia la media noche del ayer, miles de personas se dirigieron desde Tiananmen a la sede del PCCh y del Gobierno chino, situada en la llamada nueva ciudad prohibida, Zhongnanhai, en las cercanías de la gran plaza.A última hora del lunes, miles de estudiantes recorrieron a pie los 20 kilómetros que separan la Universidad de Pekín del centro de la capital, en señal de duelo por la muerte de un hombre que muchos de ellos esperaban que volviera al poder y le consideraban la "esperanza" de sus ansias democratizadoras.
Las consignas de "democracia" y "ley" han sido gritadas hasta la saciedad a lo largo de estos días. Asimismo han florecido los carteles que denuncian la corrupción de los actuales líderes del país y alaban la "limpieza" de Hu, un hombre, enjuto, de 73 años, que inicio su carrera política en la Juventudes Socialistas y a quien la era postmaoista lanzo vertiginosamente a las más altas esferas del poder chino.
Las manifestaciones del martes y de ayer han sido las más concurridas de China desde las acaecidas en el otoño de 1986 a favor de la democracia. Aquellas que precisamente llevaron a la dimisión de Hu Yaobang para calmar a las esferas más conservadoras del país.
Al menos 200 estudiantes realizaron una vigilia a lo largo de la noche del martes frente al Gran Palacio del Pueblo situado en uno de los laterales de Tiananmen. Con su ayuno, los jóvenes arrancar al PCCh una respuesta oficial a sus siete demandas, en las que se incluye la rehabilitación de Hu; la dimisión de todos aquellos que fue ron responsables de su caída; que el Gobierno presente formalmente excusas por las anteriores campañas políticas; libertad de expresión y de publicación e información pública de los sueldos y propiedades personales de los dirigentes.
No se tienen informes de muertos o heridos, pero en la noche del martes fueron enviadas unidades del Ejército a repeler a los manifestantes que trataban de entrar en el Zhong-nanhai. Horas antes, la televisión nacional informó que el Gobierno no toleraría actos de violencia.
Fuerzas policiales se mantuvieron en las cercanías de Tiananmen a lo largo del día de ayer, asi como a las puertas de las principales universidades. Al borde de la medianoche arremetieron contra los manifestantes a los que previamente se dirigieron por altavoces para informarles que tenían 20 minutos para abandonar el lugar. A la hora de cerrar esta edición (01,30 horas de hoy) no se tenían informes de muertos o heridos. Se teme que una explosión de violencia en el espacio de tiempo que aún resta para los funerales oficiales que se celebraran el próximo sábado.
La agencia de noticia Nueva China publicó ayer un llamamiento del profesor Chen Zhongyi, de la segunda universidad en importancia de la capital, la universidad técnica de Qinhai, en el que pide calma a los estudiantes al tiempo que expresa el profundo dolor que la muerte de Hu ha causado en los medios docentes. "Entendemos el sentimiento de los estudiantes en el duelo por Hu y es normal y democrático que los estudiantes aireen sus puntos de vista y sus ideas sobre las cuestiones estatales que les preocupan y los problemas sociales. Pero, como profesor que soy, espero que no excedan los límites de un comportamiento aceptable". Diversos medios de Prensa consideran que son más de 40.000 los manifestantes que cada día invaden las calles pequinesas y Tiananmen.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.