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TRIBUNALES

Greenpeace remite al Gobierno la sentencia que autoriza sus acciones

Greenpeace ha remitido a los comandantes de la Armada, así como al ministro de Defensa y al vicepresidente del Gobierno, una sentencia reciente que considera ilegítima la orden dada por el comandante del buque de guerra Cádiz al capitán del buque ecologista Sirius para que desistiese de tomar unas muestras de la contaminación existente en la ría de Huelva. La sentencia de la Audiencia de Huelva anuló la condena al capitán del Sirius por desobedecer al comandante.

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En la carta que acompaña a la copia de la sentencia, el presidente de Greenpeace-España, Xavier Pastor, resalta "la importancia del precedente que establece", por lo que la organización ecologista va a darle "la máxima difusión posible". Junto a la sentencia y la carta, Greenpeace remite información complementaria sobre sus campañas "para incrementar el conocimiento sobre los fines de la asociación, entre los que no se cuentan", dice Pastor, "la confrontación estéril con las autoridades de ningún país, sino el trabajo por un mundo más limpio, seguro y lleno de vida". Esta documentación ha sido enviada, entre otras autoridades, al Vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y a los ministros de Defensa, Narcís Serra, y de Transportes, José Barrionuevo, así como a los comandantes de Marina de Huelva, Cádiz, Málaga, Almería, Cartagena, Ibiza, Palma de Mallorca y Barcelona y a los de los buques de la Armada Cádiz, Dragonera y Ordóñez.

Pastor relata que el 28 de noviembre de 1988 el buque de la Armada Cádiz detuvo al yate Sirius, por haber ignorado el capitán del Sirius la orden del comandante del Cádiz que le prohibía botar las embarcaciones neumáticas que pretendían tomar unas muestras de la contaminación de las aguas de la ría de Huelva. Al día siguiente de su detención - " con una rapidez sorprendente", destaca Pastor-, el capitán del Sirius, el holandés David Joseph Enever, fue juzgado y condenado a un mes de arresto y al pago de 60.000 pesetas de multa como autor de un delito de desobediencia a la autoridad.

Recurrida la sentencia, la Audiencia Provincial de Huelva revocó la condena y absolvió libremente al capitán del Sirius. La sala, formada por los magistrados Ruperto Martínez Morales, presidente, José Álvarez Blanco y Francisco Marín Castán, declaró probado que el buque de guerra Cádiz, "inició el 26 de noviembre de 1988 una misión de seguimiento del Sirius, de bandera holandesa y perteneciente a Greenpeace, cuyas actuaciones en defensa del medio ambiente eran suficientemente conocidas" por las autoridades de la Armada.

Deterioro notorio

El tribunal relata el propósito del capitán del Sirius de recoger unas muestras de agua de la ría para constatar y denunciar el estado de contaminación. El comandante del Cádiz requirió al capitán del Sirius para que se abstuviese de esa acción, "requerimiento que fue desatendido", según refleja la sentencia.

El interés que tiene para Greenpeace esta sentencia -cuyo fallo fue ya divulgado (veáse EL PAÍS del 3 de marzo)- procede de la doctrina jurídica elaborada por los magistrados. El tribunal establece que el delito de desobediencia requiere que la orden, dada por la autoridad lo sea no sólo en el ejercicio de las funciones propias del cargo, sino que debe contener un mandato legítimo que responda a principios de derecho y de moral y no sea arbitrario.

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