El PSOE se responsabiliza de haber nombrado al presidente del Tribunal de Cuentas andaluz
La ejecutiva regional del PSOE de Andalucía asumió ayer la responsabilidad del nombramiento de Guillermo Sierra como presidente del Tribunal de Cuentas andaluz. Sierra se vio obligado a presentar su dimisión siete días después de tomar posesión del cargo, tras conocerse que no había presentado la declaración de la renta entre 1985 y 1987.
El caso Sierra es un episodio más de las tensas relaciones que mantienen el PSOE andaluz, liderado por el guerrista Carlos Sanjuán, y la Junta de Andalucía, presidida por José Rodríguez de la Borbolla.El nombramiento de Guillermo Sierra fue propuesto al Gobierno andaluz por el PSOE, según reconoció a este diario el secretario socialista de Política Institucional, Enrique Linde, quien agregó que la ejecutiva socialista "desconocía" que Sierra no hubiera hecho la declaración de renta entre 1985 y 1987. Linde reconoció el "malestar" existente en el PSOE "por no haber mirado si cumplía ese requisito".
Enrique Linde indicó que "objetivamente no es de recibo que el presidente del Tribunal de Cuentas [organismo encargado de fiscalizar el uso de los fondos públicos de la comunidad] tenga alguna irregularidad con Hacienda". El dirigente socialista reconoció que la única salida al conflicto era la dimisión de Sierra y no descartó que el mismo podría haber sido propiciado por "personas interesadas".
El PSOE andaluz hizo público anoche un comunicado en el que insiste en asumir la responsabilidad del nombramiento y califica de "inexplicable e injustificable" la actitud de Sierra.
Guillermo Sierra ocupaba el vicerrectorado de Asuntos Económicos de la Universidad de Sevilla en el equipo del actual rector, Javier Pérez Royo. Sierra, íntimo amigo del presidente de la Diputación de Sevilla, Miguel Angel Pino, un significado hombre de Alfonso Guerra, ostentó la presidencia de Clubasa, sociedad propietaria del equipo de baloncesto Caja San Fernando.
La dimisión de Sierra, que ha causado un gran escándalo político en Andalucía, ha sido acogida con indisimulada sorna por el Gobierno andaluz. En ese sentido, fuentes del Ejecutivo regional se apresuraron a indicar que Sierra fue "impuesto" por la dirección del partido socialista.
"Si hubiéramos propuesto a otro y no hubiera hecho la declaración, también habría tenido que dimitir", agregaron estas fuentes.
Críticas de la oposición
Los partidos políticos de la oposición lanzaron ayer duros calificativos contra el PSOE y el Gobierno regional acusándoles de "ensuciar todavía más la política andaluza", en palabras del secretario regional comunista, Felipe Alcaraz.Según distintos portavoces del Partido Popular (PP), Partido Andalucista (PA) y de Izquierda Unida (IU), que consideran un "escándalo" la dimisión y pormenores del nombramiento de Guillermo Sierra, la pugna que mantienen los sectores guerrista y borbollista del PSOE está provocando un irreparable deterioro y desprestigio de las instituciones autonómicas, lo que ofrece ante el resto del Estado español una "imagen lamentable" de Andalucía.
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