La eficacia en la gestión, clave de las elecciones de la Sociedad de Autores

"Sólo el canto del gallo no paga derechos". Esta vieja frase de Tono es el eslogan elegido por la candidatura de oposición a la actual dirección de la Sociedad General de Autores Españoles (SGAE) y la clave de unas elecciones que ponen de manifiesto las tensiones existentes entre los diferentes colectivos de autores, socios de una entidad que en 1988 recaudó más de 9.000 millones de pesetas.

La coincidencia en el objetivo de lograr mayor eficacia en el cobro de los derechos de autor no impide que con las elecciones, que se celebran cada seis años, salgan a la luz conflictos como su representación dentro de la sociedad, la gestión y reparto de los ingresos y el propio sistema electoral, que al basar el derecho al voto en los ingresos generados provoca que sólo voten poco más de 3.500 socios de un total aproximado de 30.000.Teddy Bautista, vicepresidente actualmente de la SGAE y miembro de la candidatura continuista, explica que esto es así porque "la SGAE no es un sindicato, sino una entidad administrativa de representación proporcional en la que los votos son como acciones". Añade que bajo su mandato se ha "seguido un criterio solidario para equilibrar el colectivo, bajando el tope máximo de votos por autor a 15, cuando anteriormente eran 25". Actualmente, se tiene derecho a un voto a partir de las 250.000 pesetas de ingresos.

Alfonso Santisteban, que actúa como portavoz de la candidatura de oposición y con derecho a 27 votos, está en contra de este sistema porque "los que tenían dos o tres votos se han quedado sin ninguno". Junto a Santisteban se encuentran, entre otros, Felipe Campuzano, Enrique Llovet, María Ostiz y Mariano Ozores.

La candidatura formada por la actual dirección, que no oficial -aclara inmediatamente Teddy Bautista-, está formada, entre otros, por Juan José Alonso Millán, presidente de la SGAE; Pepe Nieto, Fernando Fernán-Gómez, Alonso de Santos, Manuel Gutiérrez Aragón, Antonio Giménez Rico y Hermógenes Sainz, y avala sus posibilidades ante las elecciones con los resultados obtenidos en los últimos años. Teddy Bautista señala que entre 1984 y 1988, los ingresos por recaudación pasaron de 3.000 millones de pesetas a más de 9.000 millones, y que los gastos de gestión han descendido en tres años del 37% al 24%.

Además, Teddy Bautista hace hincapié en el trabajo de promoción del repertorio y apoyo a las manifestaciones artísticas menos comerciales realizado, como las ayudas económicas al compositor de música sinfónica por obra estrenada, los premios de música heavy, la organización del festival Ibiza 92 o las presentaciones de libros y festivales de cine y teatro en él local de la SGAE.

Transparencia

La oposición, sin embargo, se queja vehementemente de la falta de transparencia en la actual gestión de la SGAE, y propone, en caso de triunfar en las elecciones, realizar una auditoría de las cuentas de la sociedad para conocer exactamente el destino de los gastos. Además pretende fortalecer las delegaciones provinciales de la entidad y mejorar las tareas de inspección, modernizar la imagen de la SGAE y evitar que la desunión de los autores provoque que surjan sociedades independientes.Teddy Bautista afirma que cada balance anual de la SGAE va acompañada por una auditoría, a disposición de cada socio, y que nunca ha motivado quejas de ninguna clase, y explica que si bien el número de socios con derecho a voto en Madrid es de 1.698, mientras que el de Andalucía es sólo de 283, "esta concentración geográfica se debe a razones sociológicas". Sólo en otra cosa más coinciden ambas candidaturas: convencer a los empresarios de que los derechos de autor no son una nueva clase de impuestos.